No se llamaba Simon Leviev, sino Shimon Yehuda Hayut y no era hijo de ningún magnate, sino un vulgar (e inteligente) impostor que se sirvió de sus encantos para estafar y robar sumas millonarias a varias mujeres a través de un esquema Ponzi.

Esta alucinante historia es el tema del documental dirigido por Felicity Morris que ha resultado todo un fenómeno desde su reciente estreno en Netlix. Si aún no lo ha visto, amigo lector, con toda seguridad ya ha oído hablar de él gracias a los infinitos memes y parodias que ha inspirado.

La cinta de no ficción se apoya en entrevistas a tres jóvenes europeas estafadas por nuestro personaje. A medida que sus testimonios avanzan, lo que empezó siendo para ellas un cuento de hadas termina desembocando en algo no muy distinto a un thriller o incluso un relato de terror.

De este modo, “El estafador de Tinder” pone el dedo en la llaga sobre los peligros inherentes a las redes sociales y su capacidad de arruinar vidas y reputaciones. Un fenómeno muy característico de los tiempos que corren.

Cabe destacar que esta historia todavía está lejos de tener un final feliz, pues Hayut no solo sigue libre, sino empecinado en negar sus estafas.