El encuentro entre los enviados de Joe Biden y Nicolás Maduro implica un cambio en el nivel de las relaciones entre USA y Venezuela
De la Casa Blanca a Miraflores
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Por Carlos Roque


Hubo sorpresa en las puertas del Palacio de Miraflores la tarde del sábado 05 marzo, cuando atildados visitantes de sobrios trajes y lenguaje ingles pidieron conversar con el Presidente de la República. Se trataba de Juan González, asesor de la Casa Blanca sobre asuntos latinoamericanos, James Story, embajador norteamericano del gobierno de Juan Guaido en Bogotá y de Roger Carstens enviado para los asuntos de rehenes. A los minutos, fueron recibidos en el principal salón presidencial por Nicolás Maduro, Jorge Rodríguez, Presidente de la Asamblea Nacional y Cilia Flores, diputada y Primera Dama de la República, adornados con bandera de los dos países. La reunión había sido propuesta desde Estados Unidos por el Presidente Biden para garantizar un posible suministro de petróleo venezolano en compensación a la sanción impuesta por la exportación del crudo ruso.
La conversación, al parecer según fuentes confiables, giró en la necesidad de que Venezuela suministrara un importante envió de petróleo estimado en 400.000 barriles diarios para la Nación del Norte como respuesta a la prohibición establecida al envió del combustible ruso, y como consecuencia de la guerra entre ese país y Ucrania, que ha tenido como se sabe una alta repercusión social en la materia de las sanciones aplicadas por la Unión Europea y Estados Unidos para la exportación comercial de Moscú.
 
PETRÓLEO VENEZOLANO
Históricamente ha existido una relación petrolífera entre Venezuela y Estados Unidos desde los años 20 del pasado siglo y desarrollada al correr el tiempo de tal manera que la decisión de Washington tiene una lógica explicación. Incluso, empresas importantes como Chevron, entres otras, si bien mediante las últimas sanciones se les prohibió las operaciones comerciales entre ambos países, siguen manteniendo sin embargo sus instalaciones y oficinas en el país. De tal manera que la activación y exportación de los hidrocarburos es perfectamente posible y rentable (incluso se estima de un incremento de 400.000 barriles diarios en el lapso de 45 días). Si bien se trató de la principal materia prima tratado en el encuentro, también se conoció el avance en la posible revisión de sanciones económicas aplicadas a partir del 2019 y que han representado un enorme costo para la economía venezolana y particularmente en el área energética. Al mismo tiempo, se habría tratado el tema político que ha marcado una grave ruptura entre Washington y Caracas con la detención y sanciones aplicadas a dirigentes políticos de ambos países. Si bien no fue la materia principal del encuentro, días después el gobierno de Maduro ordenó la liberación de dos de los seis ciudadanos norteamericanos detenidos desde 2019.

SANCIONES Y RELACIONES
Otras materias fundamentales en el contexto de la relación diplomática y política entre los países fueron la consideración del levantamiento de sanciones económicas de Estados Unidos a Venezuela y la necesidad (aparecer compartida por los negociadores) en la conveniencia de reanudar relaciones diplomáticas en una primera fase a nivel de consulado. Para sectores de la oposición venezolana, el reencuentro resultó sorpresivo por cuanto no tuvieron información de ello y también en el estado de Florida, los senadores Marco Rubio (Republicano) y Bob Meléndez (Demócrata) cuestionaron la reunión e incluso señalando que ella implicaba un retroceso y una “traición” en lo que ha sido hasta ahora el nivel de un intercambio político entre ambos países. Por otra parte, se conoció que también se fijaron fechas para nuevos encuentros entre lo que podría considerarse los negociadores de un acuerdo para restablecer una comunicación diplomática y política entre las dos naciones.




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