"Es que los caraqueños no entienden de política… por eso es que nunca llegan a Presidente"
El Brujo de Pipe
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Por José Blasini
Wilhelm Furtwängler
Wilhelm Furtwängler
Gustav Heinrich Ernst Martin Wilhelm Furtwängler fue un director de orquesta alemán, uno de los más reconocidos directores del siglo XX. Dirigió, entre otras, la Orquesta Filarmónica de Múnich, la Ópera del Estado de Berlín, la Orquesta del Gewandhaus de Leipzig, la Orquesta Filarmónica de Viena y, más notablemente, la Orquesta Filarmónica de Berlín, considerada por muchos, aún al día de hoy, la filarmónica más prestigiosa del mundo. Un prestigio que no pocos atribuyen sin reservas a Furtwängler.
Wilhelm Furtwängler
Al comienzo de la década de 1930, la crisis económica por la que atravesaba Alemania obligó a la Filarmónica de Berlín, que ya tenía fama mundial y que era dirigida por Furtwängler desde 1922, a dar conciertos populares para poder mantenerse, por radio y en escuelas y plazas. Esta situación cambió en 1933 cuando llegó al poder el partido Nazi. Los nuevos jerarcas necesitaban construirse una imagen cultural y decidieron financiar totalmente a la orquesta, que por fin se pudo quitar de encima lo de los conciertos populares. Furtwängler siempre tuvo una relación tensa, por decir lo menos, con el régimen nazi, que incluso lo destituyó por tocar en un concierto la música de Mendelssohn, que el régimen consideraba decadente. Sin embargo, por el hecho de no haberse ido de Alemania durante el dominio nazi, Furtwängler tuvo que enfrentar acusaciones de simpatizante, hasta el punto de que los Aliados se oponían a que dirigiera la Orquesta, de la que no pudo volver a ser el director titular hasta 1952.
Wilhelm Furtwängler
Al comienzo de la década de 1930, la crisis económica por la que atravesaba Alemania obligó a la Filarmónica de Berlín, que ya tenía fama mundial y que era dirigida por Furtwängler desde 1922, a dar conciertos populares para poder mantenerse, por radio y en escuelas y plazas. Esta situación cambió en 1933 cuando llegó al poder el partido Nazi. Los nuevos jerarcas necesitaban construirse una imagen cultural y decidieron financiar totalmente a la orquesta, que por fin se pudo quitar de encima lo de los conciertos populares. Furtwängler siempre tuvo una relación tensa, por decir lo menos, con el régimen nazi, que incluso lo destituyó por tocar en un concierto la música de Mendelssohn, que el régimen consideraba decadente. Sin embargo, por el hecho de no haberse ido de Alemania durante el dominio nazi, Furtwängler tuvo que enfrentar acusaciones de simpatizante, hasta el punto de que los Aliados se oponían a que dirigiera la Orquesta, de la que no pudo volver a ser el director titular hasta 1952.
Humberto Fernández Morán
Humberto Fernández Morán fue un médico, científico e investigador venezolano, inventor del "Bisturí de Punta de Diamante", por cuyo invento le fue conferido el premio John Scott, en 1967, y se dice que hasta fue propuesto como candidato para el premio Nóbel, propuesta que se rumora que declinó porque le hubiera implicado renunciar a la nacionalidad venezolana. Fernández Morán demostró la existencia de las partículas submitocondriales (ni idea de lo que es eso, pero suena complejo), que se conocen como "partículas de Fernández-Morán".
Fue profesor en las universidades de MIT, Harvard, Chicago y Estocolmo. Le fue otorgado el título de "Caballero de la Estrella Polar", por el Rey de Suecia; se le concedió la medalla "Claude Bernard", de la Universidad de Montreal; obtuvo en Cambridge el premio al "Médico del año"; y la NASA le otorgó un reconocimiento especial por su contribución al Proyecto Apolo. Fernández Morán fue el fundador del Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales, que después se convertiría en el IVIC, donde se construyó el primer reactor nuclear de Venezuela, y de América Latina, en los Altos de Pipe, en el Estado Miranda.
Humberto Fernández Morán
Un venezolano del que estar orgullosos. Pero, por allá el 13 de enero de 1958, Pérez Jiménez lo nombró Ministro de Educación. Y Fernández Morán aceptó. Y a los diez días Pérez Jiménez cogió un avión y se fue. Y el nuevo gobierno, poco impresionado con las credenciales de Fernández Morán, lo mandó al exilio, a que se fuera a ganar sus premios afuera. ¡Por una semana y piquito!
Pero no fue solo el nuevo gobierno, a Fernández Morán la gente lo empezó a llamar, despectivamente, "el Brujo de Pipe". ¿Por una semana y piquito?
No sé cómo le decían los alemanes a Furtwängler; a lo mejor lo llamaban "el sordo de Baden-Baden" o "el manco de Berlín", aunque ya Beethoven y Cervantes, en Viena y en Lepanto, habían dejado claro que ni una cosa, ni la otra, eran problemas insuperables.
Humberto Fernández Morán fue un médico, científico e investigador venezolano, inventor del "Bisturí de Punta de Diamante", por cuyo invento le fue conferido el premio John Scott, en 1967, y se dice que hasta fue propuesto como candidato para el premio Nóbel, propuesta que se rumora que declinó porque le hubiera implicado renunciar a la nacionalidad venezolana. Fernández Morán demostró la existencia de las partículas submitocondriales (ni idea de lo que es eso, pero suena complejo), que se conocen como "partículas de Fernández-Morán".
Fue profesor en las universidades de MIT, Harvard, Chicago y Estocolmo. Le fue otorgado el título de "Caballero de la Estrella Polar", por el Rey de Suecia; se le concedió la medalla "Claude Bernard", de la Universidad de Montreal; obtuvo en Cambridge el premio al "Médico del año"; y la NASA le otorgó un reconocimiento especial por su contribución al Proyecto Apolo. Fernández Morán fue el fundador del Instituto Venezolano de Neurología e Investigaciones Cerebrales, que después se convertiría en el IVIC, donde se construyó el primer reactor nuclear de Venezuela, y de América Latina, en los Altos de Pipe, en el Estado Miranda.
Humberto Fernández Morán
Un venezolano del que estar orgullosos. Pero, por allá el 13 de enero de 1958, Pérez Jiménez lo nombró Ministro de Educación. Y Fernández Morán aceptó. Y a los diez días Pérez Jiménez cogió un avión y se fue. Y el nuevo gobierno, poco impresionado con las credenciales de Fernández Morán, lo mandó al exilio, a que se fuera a ganar sus premios afuera. ¡Por una semana y piquito!
Pero no fue solo el nuevo gobierno, a Fernández Morán la gente lo empezó a llamar, despectivamente, "el Brujo de Pipe". ¿Por una semana y piquito?
No sé cómo le decían los alemanes a Furtwängler; a lo mejor lo llamaban "el sordo de Baden-Baden" o "el manco de Berlín", aunque ya Beethoven y Cervantes, en Viena y en Lepanto, habían dejado claro que ni una cosa, ni la otra, eran problemas insuperables.
José Gregorio, las Olimpíadas y el Sistema
Avance rápido hasta hoy...
El Beato
A José Gregorio lo hacen Beato; unos ministros van a su acto de beatificación; y ¡zuás! parece que como la mitad de gente desmontó los altares que tenían en su casa – o que le prenden menos velitas; que si la Iglesia se vendió, que si el Papa es un comunista declarado y que Arturo Sosa, el Padre General de los Jesuitas, orden a la que pertenece el Papa, también. A todas estas, José Gregorio, allá en el Cielo, debe estar como pajarito en grama, mirando para los lados, sin entender cómo es que un proceso de canonización que iba por un solo tubo, ahora va mas lento que un Alka-Seltzer en un vaso de chicha. Pero como el santo (porque lo de santo es solo cuestión de tiempo) conoce de sobra el corazón de los venezolanos, que se lo pasan pidiéndole cosas, lo que hizo fue ver el reloj e irse a tomar un cafecito; tiempo es lo que le sobra.
Avance rápido hasta hoy...
El Beato
A José Gregorio lo hacen Beato; unos ministros van a su acto de beatificación; y ¡zuás! parece que como la mitad de gente desmontó los altares que tenían en su casa – o que le prenden menos velitas; que si la Iglesia se vendió, que si el Papa es un comunista declarado y que Arturo Sosa, el Padre General de los Jesuitas, orden a la que pertenece el Papa, también. A todas estas, José Gregorio, allá en el Cielo, debe estar como pajarito en grama, mirando para los lados, sin entender cómo es que un proceso de canonización que iba por un solo tubo, ahora va mas lento que un Alka-Seltzer en un vaso de chicha. Pero como el santo (porque lo de santo es solo cuestión de tiempo) conoce de sobra el corazón de los venezolanos, que se lo pasan pidiéndole cosas, lo que hizo fue ver el reloj e irse a tomar un cafecito; tiempo es lo que le sobra.
Los Pesistas
Este mismo año Julio Mayora y Keydomar Vallenilla ganaron sendas medallas en levantamiento de pesas, en los juegos olímpicos de Tokio; los pesistas pusieron en alto a La Guaira y a la Cota 905; a los dos los llamó el Presidente para felicitarlos por sus victorias. Ellos, porque no son cogidos a lazo, también conocen como funciona el venezolano, lo que no implica que tengan ni la comprensión ni la paciencia del santo. Al fin y al cabo, ¿qué quería la gente que hicieran?
Keydomar Vallenilla
Este mismo año Julio Mayora y Keydomar Vallenilla ganaron sendas medallas en levantamiento de pesas, en los juegos olímpicos de Tokio; los pesistas pusieron en alto a La Guaira y a la Cota 905; a los dos los llamó el Presidente para felicitarlos por sus victorias. Ellos, porque no son cogidos a lazo, también conocen como funciona el venezolano, lo que no implica que tengan ni la comprensión ni la paciencia del santo. Al fin y al cabo, ¿qué quería la gente que hicieran?
Keydomar Vallenilla
Los Músicos
Una de las obras más trascendentales de la Venezuela reciente, con más impacto positivo y permanente en la vida de miles de jóvenes venezolanos ha sido El Sistema. El Sistema, así a secas. Una estructura nacional de orquestas infantiles y juveniles, que ha tocado la vida de todos esos muchachos que la han integrado, que la ha tocado para bien, y que por toda esta pandemia casi no se han podido reunir a tocar juntos, durante muchos meses. Y es que una orquesta que no ensaya junta no es una orquesta, es un bojote de músicos. Y aquí estamos, casi 100 años después de Wilhelm Furtwängler, demonizando a quien sea que haya puesto a esos muchachos a tocar en el patio de la Academia Militar.
Una de las obras más trascendentales de la Venezuela reciente, con más impacto positivo y permanente en la vida de miles de jóvenes venezolanos ha sido El Sistema. El Sistema, así a secas. Una estructura nacional de orquestas infantiles y juveniles, que ha tocado la vida de todos esos muchachos que la han integrado, que la ha tocado para bien, y que por toda esta pandemia casi no se han podido reunir a tocar juntos, durante muchos meses. Y es que una orquesta que no ensaya junta no es una orquesta, es un bojote de músicos. Y aquí estamos, casi 100 años después de Wilhelm Furtwängler, demonizando a quien sea que haya puesto a esos muchachos a tocar en el patio de la Academia Militar.
"No hay peor cuña que la del mismo palo" o "Nadie es profeta en su tierra"
Nada mas leer estos dichos nos lleva a pensar que la clase de cosas a las que se refieren es de vieja data; muy vieja. Lo de los "profetas" y sus tierras habla de la época de Cristo, más o menos; y ¿una "cuña"?, bueno, de los millenials para acá, pocos tienen idea de lo que es una "cuña" (Dato: nada que ver con un aviso en la televisión).
Porque es que pareciera que no encontramos como balancearnos entre enorgullecernos por los logros de un venezolano y la angustia ante la posibilidad de que el mundo crea que aquí algo se está haciendo bien; pareciera que preferimos que no se haga nada bien, no sea que los que los de afuera puedan creer que están equivocados.
A Furtwängler lo acusaron los alemanes; a Fernández Morán los venezolanos de hace más de medio siglo; a Mayora, Vallenila, Sosa y al Sistema, los de este siglo, los de ahorita.
¿Será?
Un día, hace unos años, cuando un amigo se lamentaba de lo sorprendente que eran algunas posiciones sociales incomprensibles, de gente muy educada e instruida, el Maestro le dijo: "Es que los caraqueños no entienden de política… por eso es que nunca llegan a Presidente". (Y veo yo que cuando llegan, no terminan. Algo habrá.).
Pareciera que lo del "Brujo de Pipe" está vivito y coleando.
Imagen principal: Vista aérea del reactor nuclear del IVIC en Pipe, cerca de 1960
Porque es que pareciera que no encontramos como balancearnos entre enorgullecernos por los logros de un venezolano y la angustia ante la posibilidad de que el mundo crea que aquí algo se está haciendo bien; pareciera que preferimos que no se haga nada bien, no sea que los que los de afuera puedan creer que están equivocados.
A Furtwängler lo acusaron los alemanes; a Fernández Morán los venezolanos de hace más de medio siglo; a Mayora, Vallenila, Sosa y al Sistema, los de este siglo, los de ahorita.
¿Será?
Un día, hace unos años, cuando un amigo se lamentaba de lo sorprendente que eran algunas posiciones sociales incomprensibles, de gente muy educada e instruida, el Maestro le dijo: "Es que los caraqueños no entienden de política… por eso es que nunca llegan a Presidente". (Y veo yo que cuando llegan, no terminan. Algo habrá.).
Pareciera que lo del "Brujo de Pipe" está vivito y coleando.
Imagen principal: Vista aérea del reactor nuclear del IVIC en Pipe, cerca de 1960
