Estimulada por la repercusión que el “Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e infantiles de Venezuela”, permitió que esta abogada madrileña-venezolana, encontrara su misión de vida y decidir traspasar fronteras. María gestiona desde hace 12 años la Fundación “Acción por la Música” donde niños y adultos han encontrado estímulos para encauzar sus vidas.

¿Que te impulsó cambiar tú trabajo como abogada para seguir la música?

Todo empezó al ver el documental de Alberto Arvelo Dudamel y el sonido de los niños cuando me dí cuenta de que estaría dispuesta a dar la vida por algo como eso. Después de vivir en Venezuela y conocer cerca el trabajo del “Sistema” regresé a España con la determinación de impulsar algo parecido en mi país. Los inicios fueron difíciles y con mucho esfuerzo, promoví con su nombre una pequeña orquesta de 50 niños en un colegio en el barrio de la Ventilla en Madrid. Desde entonces hemos ido creciendo, con un talentoso equipo y atendiendo a más niños. En este momento estamos llegando a cerca de 500 personas a sus familias y a sus comunidades. La mayoría son niños, niñas y adolescentes, también atendemos a personas adultas en situación de soledad no deseada y personas con discapacidad intelectual.



Ese tejido social tan estimulado por “Acción por la Música”, ¿Cuáles zonas geográficas abarca en España?.

“Acción por la Música”, interviene directamente en la ciudad de Madrid y en Alcalá de Henares; nos centramos en niños y niñas y jóvenes tienen entre 6 y 18 años en zonas de alta complejidad socioeconómica. Desde el año 2019 impulsamos la Red Música Social en España, que conecta iniciativas e intervención socio musical en distintos territorios, como Cataluña, Aragón y País Vasco.

¿Cómo logras cohesionar a tú equipo?

Dar con el mejor equipo, es una tarea heroica. Supone comprender cuáles son las verdaderas necesidades y situar en su justa dimensión la intervención musical y la intervención social.

Son muchos los que hemos visto que han podido tomar las riendas de su vida y reunir las puertas necesarias para cambiar su destino. Ya sea mejorando orientación al logro académico, recuperando la alegría y el sentido de vivir o eligiendo ocupar todo su tiempo en la orquesta, en lugar de hacerlo en espacios de riesgo.

Lo que hemos cerrado con los adultos en situación de soledad no deseada es que mejora mucho su estado emocional; eso redunda en su salud en general y establece redes de amistad y van reparando el acercamiento.

¿Cuáles han sido los logros que has podido ver en quienes se transforman en verdaderos líderes de sus vidas, acompañados contigo como facilitadora?

Observo personas que reúnen el coraje para tomar decisiones difíciles, organizaciones que transitan hacia formas de trabajo más participativas, comunidades que se empoderan para transformar su realidad y conflictos que se transforman desde el entendimiento con sus diferencias; es un auténtico privilegio poder caminar junto a personas y organizaciones en esos procesos.

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Como facilitadora e investigadora en el liderazgo y el cambio organizacional me interesa cómo tienen que ser los procesos que permitan a equipos, personas y organizaciones, desaprender lo viejo para aprender lo nuevo, de manera que sean capaces de generar cambios que supongan un progreso para todos. Trabajo en distintas universidades y junto a instituciones que buscan elevar su forma del trabajo en común y desde un sentido profundo de propósito.

Si hay uno de los profesores que fue alumno con nosotros y eso nos llena de orgullo.

Una misión de este tipo requiere una gran entrega y supone ciertos sacrificios como madre de tres hijos. Pero con el apoyo del resto de mi familia soy capaz de ofrecerme mejor a otros y acompañar el desarrollo de nuestros proyectos, y en especial de mi esposo que es un empresario venezolano. También es esencial saber cuál es el lugar que uno debe ocupar y a medida que va creciendo esta organización debo confiar más en las personas y delegar muchas tareas, sin por supuesto desentenderme de ellas.

Mis hijos tocan distintos instrumentos y se están abriendo a la experiencia musical de una forma afable. La mayor toca en la orquesta de “Acción por la Música”.

Toco la guitarra y canto, pero siempre como aficionada. Aunque esto ha supuesto para mí un bálsamo y una dimensión clave de la vida

Que estamos transformando mentalidad en España, demostrando que un proceso como el de El Sistema es necesario y posible también en nuestro país.

La exposición de 50 aniversario y el foro internacional “El poder transformador de la música” han sido una ocasión única para poder ver El “Sistema” en toda su amplitud, con presencia de todos los programas. La experiencia del 50 aniversario de El “Sistema” ha sido lo más parecido a tocar lo que el Maestro Abreu llamaba la eternidad. Es el futuro que se extiende ante nosotros, con la promesa de algo trascendente que es para toda la humanidad.

¿Cómo y donde te ves dentro de 20 años?

Me veo logrando transformar políticas públicas para que en España se pueda impulsar un modelo semejante al “Sistema”.