El cineasta Joel Souza detalló en una declaración los pormenores del incidente ocurrido en un set de Nuevo México que ocasionó el fallecimiento de la directora de fotografía Halyna Hutchins
“Sonó como un Látigo”
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Por Simón Romero y Julia Jacobs


Alec Baldwin estaba ensayando una escena en la que tenía que apuntar con un revólver “hacia el objetivo de la cámara” cuando el arma —que se había dicho al equipo que no contenía munición real— se disparó de repente y mató a la cinematógrafa, según el director de la película, citado en una declaración jurada difundida el domingo por la noche. El director de la película, Joel Souza, describió haber escuchado algo que “sonó como un látigo y luego un fuerte estallido”. El relato de Souza explicó por qué Baldwin había apuntado con la pistola a la directora de fotografía, Halyna Hutchins. Pero no respondió a la pregunta de cómo una pistola que no debía contener munición real acabó matándola.

El director, que resultó herido en el tiroteo, dijo a los investigadores que había creído que la pistola era segura y había sido descrita como un “arma fría” en las advertencias de seguridad. Dijo que las armas en el plató solían ser revisadas por la armera de la película, Hannah Gutierrez-Reed, y luego volvían a ser revisadas por Dave Halls, el asistente de dirección, que se las entregaba a los actores. En los sets de rodaje, el orden en el que se maneja un arma suele ser una secuencia precisa, según dijeron varios armeros del sector. Sin embargo, los actores recibieron armas en el plató tanto de Halls como de Gutiérrez-Reed, según un productor de Rust que pidió no ser nombrado debido a la investigación en curso. Souza le dijo a los investigadores que el jueves, después de prepararse para la escena en el plató de una iglesia, hubo una pausa para el almuerzo y el equipo fue trasladado en autobús hacia otro lugar para comer. Dijo que regresaron al escenario después de comer, pero que “no estaba seguro de si el arma de fuego fue revisada de nuevo”.

Los nuevos detalles, que surgieron cuando la oficina del alguacil del condado de Santa Fe divulgó la declaración jurada usada para obtener una orden de registro, proporcionaron el relato más completo hasta ahora del mortal tiroteo, que sucedió el jueves por la tarde en una locación a las afueras de Santa Fe. Según la declaración jurada, Baldwin estaba sentado en un banco de madera de una iglesia, ensayando una escena en la que tenía que desenfundar un revólver y apuntar al lente de la cámara. Souza dijo que estaba de pie junto a Hutchins “viendo el ángulo de la cámara”. Souza vio que Hutchins se agarraba el abdomen y empezaba a tambalearse hacia atrás. Entonces se dio cuenta de que él mismo sangraba por el hombro.
Los detalles, mencionados por el detective Joel Cano en una solicitud de orden de registro para incautar desde tarjetas de memoria de cámaras hasta fragmentos de huesos y disparos de armas de fuego, ofrecen un relato escalofriante del tiroteo mortal en un plató de producción que se había visto afectado por disparos accidentales de armas y disputas laborales entre productores y miembros del equipo. (La orden de registro fue concedida).
“Al llegar observé una lesión visible en su hombro derecho”, dijo el detective Cano en la declaración jurada, describiendo cómo había entrevistado a Souza el viernes por la tarde, después de que el director fue atendido por su lesión. Hutchins, que sufrió una herida de bala en la zona del pecho, ya había sido declarada muerta el jueves en el Hospital de la Universidad de Nuevo México en Albuquerque. “Joel declaró que nunca debería haber munición real en absoluto, cerca o alrededor de la escena”, escribió el detective Cano en la declaración jurada.

Souza estaba lidiando con retrasos el día del disparo, después de que unos seis miembros del equipo de cámara habían renunciado por retrasos en los pagos y las condiciones de seguridad, dijo la declaración jurada. Se contrató rápidamente a otro equipo, pero la producción empezó tarde debido a los problemas laborales. Souza dijo que solo había una cámara disponible para grabar antes del rodaje. Cuando se le preguntó por “el comportamiento de los empleados”, Souza dijo a los investigadores que “todo el mundo se llevaba bien” y que no estaba al tanto de que hubiera “ningún altercado”. La declaración jurada también incluye notas de una entrevista con Reid Russell, un camarógrafo que estaba cerca de Hutchins y Souza cuando se disparó el arma.

Russell dijo al detective que, tras volver al set después de comer, había salido durante unos cinco minutos; cuando volvió, según la declaración jurada, Baldwin, Hutchins y Souza estaban preparando la escena y ya estaban “en posesión del arma de fuego”. Russell dijo que no estaba seguro de si la pistola había sido inspeccionada porque no estuvo presente durante esos cinco minutos. Según la declaración jurada, Halls tomó el revólver de una bandeja gris de dos niveles dispuesta por Gutierrez-Reed. Halls le entregó el revólver a Baldwin y le gritó “arma fría”, que en un plató de cine suele referirse a que un arma de fuego está descargada. Mientras preparaban la escena, el equipo tuvo que cambiar la posición de la cámara porque había una sombra. Russell dijo al detective que Baldwin estaba explicando cómo iba a desenfundar la pistola, sacándola de la cartuchera, cuando el arma se disparó.

Russell dijo que Baldwin había sido “muy cuidadoso” con el arma de fuego: en una escena anterior, el actor había tratado de garantizar la seguridad en el set, asegurándose de que un niño no estuviese cerca de él mientras disparaba la pistola. Cuando se le preguntó sobre cómo se portaban los miembros del equipo de producción mientras preparaban la escena, dijo que “todos parecían llevarse bien”. Souza, el director, le dijo al detective que como el equipo había estado montando la escena cuando se disparó el arma, el incidente no se había filmado. Después del disparo, Russell le dijo al detective que “recordaba que Joel estaba ensangrentado, y que Hutchins hablaba y decía que no podía sentir sus piernas”.

En una publicación en Instagram el lunes por la mañana, la esposa de Baldwin, Hilaria Baldwin, expresó su apoyo a la familia de Hutchins, así como a Baldwin, escribiendo que era “imposible expresar la conmoción y el dolor de un accidente tan trágico”.

The New York Times.