María José Castejón Música y color
Por: Con Clase
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Sus vistosas maracas hipnotizan mientras su ritmo se acelera al compás de nuestra música. Esta joven profesional eligió una de las bellas artes para expresarse y mostrar tanto su talento como su pasión por el trabajo y el país


Por: Yolanda Manrique
Fotografía: 
@klustermusic


Es ingeniero geofísico egresada de la Universidad Simón Bolívar, pero su relación con la música terminó por conquistarla por completo. Su aventura se inició a muy corta edad con el cuatro en la Orquesta Típica de Lechería, del estado Anzoátegui, para seguir su formación académica en el núcleo regional del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela. Allí se enamoró de la percusión.

Desde hace varios años, forma parte de una interesante movida musical en la que jóvenes virtuosos se han dedicado a interpretar y reavivar nuestros sonidos tradicionales. En 2021, junto a Manuel Ortiz en el violín eléctrico, José David Lunar en el cuatro eléctrico y Raymond Mariño en el bajo, forma un nuevo grupo en el que expresan todo su ingenio y pasión por la música: Cayiao. Es fácil identificarla por sus maracas coloridas.

¿Qué le motivó a adoptar las maracas como su instrumento de ejecución?
—Nací en Ciudad Bolívar, pero nos mudamos a Puerto La Cruz cuando era muy pequeña. Mi familia es de Zaraza, y las temporadas vacacionales siempre las disfrutamos allá. Es en ese maravilloso lugar para mí donde nace mi cariño por la música llanera. En mi casa siempre me han apoyado; mis tíos me regalaron mis primeras maracas. La verdad, no era muy buena. El instrumento me retó muchísimo. Fui descubriendo su lenguaje y comprobando su versatilidad. Puedo afirmar que mi decisión de dedicarme por completo la tomé cuando tuve la oportunidad de participar en el montaje de La Cantata Criolla, de Antonio Estévez. Esa pieza es poderosa. La partitura es muy precisa y me reveló la complejidad del instrumento y el valor de su esencia en la sonoridad de nuestra música.

¿Hay un nuevo interés por la música tradicional venezolana entre los jóvenes o nunca se ha perdido esa admiración?
—Creo que es como la vida misma, compuesta por ciclos. Desde mi punto de vista, nuestra música siempre ha sido una constante en mi desarrollo musical, es parte de mi naturaleza, pero uno va buscando experiencias nuevas, sonoridades de otras partes, para alimentar la creatividad. Esa es la constante de los jóvenes, buscar nuevos horizontes, observar y distinguir nuevos mundos, para construir un estilo propio. Me refiero más a mi caso en particular, porque generalizar no es apropiado. Mi punto de partida es la música con la que crecí y me formé, la que siempre he admirado y disfrutado, y mi visión es alimentarla con nuevos contenidos para darle mi sello personal.

¿Cómo surge Cayiao y qué es lo que más disfruta de presentarse ante el público?
—Inicialmente, éramos solo tres. Por la necesidad de un nombre le pusimos Song 3, grupo que estaba formado además por Luis Anselmi y Manuel Ortiz. Hacíamos covers con instrumentos tradicionales nuestros y la dinámica era distinta. Cuando Luis se fue a Canadá, conocimos a José Lunar y comenzamos a hacer cosas que nos gustaban mucho. Así evolucionamos a Cayiao con una propuesta más nuestra, que ha resultado de nuestra integración, nuestra experiencia juntos. Tenemos composiciones propias y la respuesta del público ha sido espectacular. El nombre nació de nuestra idea inicial, en donde la voz se “calla” para dar paso a los sonidos de cada instrumento, que son los protagonistas. En nuestra constante búsqueda, estamos usando las voces introduciendo sonidos, pero no es exactamente canto; es más como exclamaciones, algarabía y bulla. Es como una expresión grupal que queremos que se manifieste en nuestras presentaciones. Adoptamos una grafía distintiva, por un lado, porque ya existía una parecida y, finalmente, porque es la que representa nuestro concepto.

¿Cuáles son sus referentes musicales?
—Son muchos. No podría definir mis preferencias musicales, porque disfruto muchos géneros. Por supuesto, le debo mucho al Sistema. En cuanto a las maracas, mis modelos a seguir son, sin duda, Juan Ernesto Laya y Manuel Rangel, quien, además, creó un método de maracas venezolanas que ha recorrido el mundo. Soy una apasionada de la música, escucho muchas cosas. Admiro profundamente a todos nuestros exponentes, Ensamble Gurrufío, El Cuarteto, C4 Trío, imposible mencionarlos a todos. Las propuestas de Hamilton de Holanda, el mandolinista brasileño que se enamoró de nuestra música desde la primera vez que la escuchó, son impresionantes. La tradición y la innovación, hay que transitar por todas esas posibilidades. Esa es la riqueza de nuestra música.

¿Cuáles son los planes a futuro?
—En el aspecto musical, quiero seguir estudiando, experimentando las sonoridades de las maracas. Formalizar mis conocimientos de piano, para incursionar más seriamente en la composición. En radio estoy con Alejandro León en el programa Radio U en la Mega 107.3 FM, y ese es un medio que también me apasiona y en el que espero continuar creciendo con nuevos proyectos relacionados con el mundo universitario. Hay que apoyar a nuestras universidades y soy una convencida de que ahí está el mayor aporte que podemos hacer por nuestro país, para lograr la sociedad que deseamos y merecemos. Con la agrupación, queremos desarrollarnos en nuestras redes y plataformas @cayiao e internacionalizar nuestro trabajo. Nos encantaría hacer una gira y llevar nuestro sonido propio a otras regiones del mundo.

@cayiao