China instala plataforma petrolera en el Lago de Maracaibo
La inversión de US$1.000 millones reactivará 100 pozos en Venezuela
4 de septiembre, 2025
Por: AZA Revista
La llegada de la plataforma flotante Alula al Lago de Maracaibo marca un hito en la reactivación de la infraestructura petrolera venezolana. Operada por China Concord Resources (CCRC), esta instalación forma parte de un ambicioso proyecto de US$1.000 millones destinado a recuperar la producción en los campos Lago Cinco y Lagunillas Lago, ubicados en el occidente del país.
La meta es clara: pasar de los actuales 12.000 barriles por día (bpd) a 60.000 bpd para finales de 2026. Para ello, CCRC ha enviado personal técnico especializado desde China con el objetivo de reabrir cerca de 100 pozos que permanecían inactivos por falta de inversión. El contrato de producción compartida firmado con PDVSA tiene una duración de 20 años, lo que indica una apuesta de largo plazo en un país miembro de la OPEP que sigue bajo sanciones de Estados Unidos.
Infraestructura, logística y geopolítica La plataforma Alula, una unidad marina autoelevable diseñada para perforar en aguas someras, llegó la semana pasada desde el puerto de Zhoushan, China. Su paso bajo el puente del Lago de Maracaibo fue registrado en imágenes y videos que circularon ampliamente, destacando el simbolismo de la primera gran infraestructura petrolera instalada en la región en años.
La operación logística fue coordinada con remolcadores locales y se dirige a su ubicación final en Lagunillas. Según fuentes consultadas por Reuters, se espera que los campos produzcan una mezcla de crudo ligero y pesado, con el primero destinado a PDVSA y el segundo a China, en una fórmula que busca equilibrar los intereses energéticos de ambos países.
¿Renacimiento petrolero o enclave estratégico? La estabilización de la producción nacional en torno a un millón de bpd y el repunte de las exportaciones a 966.500 bpd el mes pasado muestran señales de recuperación. Sin embargo, el modelo de inversión extranjera en zonas específicas plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento, la transparencia de los acuerdos y el impacto en el desarrollo territorial.
La instalación de Alula no solo representa una inversión técnica, sino también un gesto geopolítico: China refuerza su presencia en el sector energético venezolano en un momento de reconfiguración global de alianzas. Para Venezuela, el reto será convertir esta reactivación puntual en una estrategia de desarrollo estructural que beneficie a las comunidades locales y al tejido productivo nacional.