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Venezuela proyecta crecimiento de 2% en 2025 según CEPAL, mientras el Ejecutivo apuesta por un ambicioso 7,71%
La CEPAL estima que Venezuela crecerá 2% en 2025, muy por debajo del 6,2% registrado en 2024. Mientras tanto, el Ejecutivo proyecta un 7,71% apalancado en zonas francas y alianzas estratégicas
28 de agosto, 2025
Por: AZA Revista
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima que Venezuela crecerá apenas 2% en 2025, una desaceleración significativa respecto al 6,2% registrado en 2024. El dato forma parte del más reciente Estudio Económico de América Latina y el Caribe publicado por el organismo de Naciones Unidas, y refleja el impacto de distorsiones monetarias, cambiarias y fiscales que siguen afectando el desarrollo comercial del país.
La ralentización se enmarca en un contexto geopolítico complejo y en una política económica nacional que no logra corregir las brechas estructurales. Según el primer informe trimestral de coyuntura de CONINDUSTRIA, la capacidad utilizada en la industria venezolana se ubica por debajo del 46%, muy lejos del 80% que registra Brasil, lo que evidencia el rezago productivo.
Proyección oficial: 7,71% de crecimiento y apuesta por zonas francasEn contraste, el Ejecutivo nacional ha anunciado una proyección de crecimiento del PIB de 7,71% para este año. La meta se sustenta en asociaciones estratégicas, zonas de libre comercio y una mayor participación del Estado en la economía. Sin embargo, el anuncio se da en medio de un clima de inflación persistente y depreciación diaria del tipo de cambio oficial, lo que genera dudas sobre la sostenibilidad de dicha proyección.
La brecha entre las estimaciones internacionales y las metas gubernamentales pone en evidencia la necesidad de mayor transparencia en los indicadores económicos y de políticas que impulsen la productividad real del país.
¿Crecimiento o desarrollo?
Más allá de las cifras, el verdadero desafío es convertir el crecimiento económico en desarrollo estructural. Como señala el informe, no hay desarrollo económico si no se traduce en mejoras sustanciales en la calidad de vida de la población. En ese sentido, el reto de la política económica venezolana no es solo alcanzar metas de expansión, sino garantizar que estas se reflejen en bienestar social, infraestructura, empleo y servicios públicos sostenibles.