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¿Por qué insistir en el agroturismo?
Apostar por este modelo impulsa el turismo y preserva las tradiciones, dos acciones que dinamizan el mercado interno
30 de abril, 2025
Por: AZA Revista
El turismo agropecuario en Venezuela ha ganado relevancia en los últimos años como una alternativa para diversificar la economía y fortalecer el vínculo entre productores y visitantes. Este modelo, que combina la riqueza agrícola con experiencias turísticas, permite no solo dinamizar el sector rural, sino también preservar tradiciones y fomentar el consumo de productos locales. La necesidad de potenciar el agroturismo es evidente en un país con una gran diversidad climática y geográfica, capaz de producir desde el cacao hasta el café, pasando por cultivos emblemáticos como el girasol.
Algunas iniciativas han sentado precedentes en este sector, demostrando su viabilidad y atractivo. La Ruta del Cacao, por ejemplo, ofrece una inmersión en el proceso de producción de uno de los productos más valorados internacionalmente. Desde la siembra hasta la transformación en chocolate, los visitantes pueden conocer cada etapa y conectar con productores locales. Por otro lado, la Feria del Girasol en Santa Rosalía, además de ser un espectáculo visual único, pone en valor la producción de aceites y otros derivados, promoviendo la inversión en cultivos no tradicionales. A ello se suma la cultura del café, con haciendas que abren sus puertas para mostrar el proceso desde la cosecha hasta la degustación, fortaleciendo el sentido de identidad y orgullo agrícola.
El agroturismo representa una oportunidad para incentivar el desarrollo sostenible, generando empleo y dando protagonismo a las comunidades rurales. La articulación entre productores y turistas contribuye a una economía circular, en la que los ingresos no dependen exclusivamente de la exportación, sino también de experiencias vivenciales. Sin embargo, para consolidar una cultura turística aplicada al agro, es fundamental mejorar la infraestructura, garantizar acceso adecuado a zonas agrícolas y establecer políticas públicas que apoyen la inversión en este sector.
En este contexto, Venezuela tiene el reto y la oportunidad de transformar su riqueza agrícola en una experiencia atractiva para nacionales y extranjeros. La consolidación del agroturismo no solo beneficiará al sector económico y turístico, sino que también permitirá rescatar tradiciones ancestrales y fortalecer la identidad cultural en torno a la producción agrícola. Apostar por este modelo es, en definitiva, una estrategia clave para la diversificación económica y la promoción de un turismo con impacto social y ambiental positivo.