China, la segunda economía global, ha incursionado progresivamente en los principales mercados del mundo, incluyendo nuestra Latinoamérica.
China y la nueva ruta de la seda
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Sección: Recorrido informativo

La histórica ruta de la seda data del primer siglo a. C., y fue el camino de tránsito de costosas mercancías entre la China Imperial, Medio Oriente y Europa. Ahora ha sido reeditada desde el punto de vista filosófico, político y comercial por la República Popular China.

Esta iniciativa tiene tres importantes objetivos. El primero es que sea una vía de penetración comercial. El segundo, que sirva para unir, de nuevo, el continente asiático, Medio Oriente, Europa y la Costa Oriental de África. El tercer objetivo: convertirse en un extraordinario y muy bien planificado esfuerzo de expansión comercial.

La nueva ruta de la seda se lanzó en 2013. En tan poco tiempo ha tenido una gran aceptación por más de 60 países, en los que China ha emprendido alrededor de 1.800 proyectos. Estos ya alcanzan inversiones por más de 51.000 millones de dólares.

Sin duda, es un plan exitoso de la que podríamos llamar la nueva China, bajo el mandato de Xi Jinping. Algunos gobiernos extranjeros han querido criticarlo como un acercamiento comercial colonialista.

La nueva ruta de la seda impulsada por China

Esta moderna y particular expansión comercial no solo está diseñada para estos países cercanos o influenciados por China. Latinoamérica también está incluida, donde el gigante asiático cada vez va logrando más influencias.

De esa región ya varios países han firmado importantes acuerdos comerciales. Entre ellos está Panamá, al cual queremos destacar por su extraordinaria relevancia en las rutas marítimas que unen el Pacífico con el Atlántico. Esto es posible gracias al Canal de Panamá, una obra de ingeniería monumental, de gran importancia estratégica.

En este pequeño gran país de Centroamérica se ha conseguido el verdadero espíritu que encarna La ruta de la seda.

Esta es la alianza a través de lo que ellos han querido denominar “La franja y la ruta” de países y zonas geográficas, ya que une y comunica el Oriente y el Occidente a través de los mares. Es una manera práctica, lógica e ingeniosa, pero también romántica, en la forma de interpretar una avanzada comercial mundial como la que ha diseñado China.

Algunos puntos destacados de la firma de este tratado con Panamá incluyen:

• Un memorándum de entendimiento para la promoción del comercio e inversiones a todo nivel.
• Una negociación para un Tratado de Libre Comercio favorable para ambos países.
• Un acuerdo de transporte aéreo que establece rutas aéreas directas entre China y Panamá ya en funcionamiento.
• Un acuerdo de cooperación marítima para buques con registro panameño en todos los puertos de la República Popular China.
• El proyecto de un ferrocarril que conecte las ciudades del occidente de Panamá hasta la frontera con Costa Rica.

Por último, y muy vinculado a nuestra industria, un estatus de Destino Turístico Aprobado, el cual potencia de manera significativa el desarrollo del turismo entre China y Panamá, entendiendo que el país asiático es el mayor transportador de turismo a todo el mundo.

Ya China ha firmado otros tantos convenios similares con: Uruguay; Perú; Bolivia; Costa Rica; Ecuador; Chile y Venezuela.

Esto nos hace pensar que China ha llegado para quedarse. La segunda economía global ha incursionado progresivamente en los principales mercados del mundo, incluyendo nuestra Latinoamérica. Si bien es una forma dinámica y astuta en su proceder, no deja de tener la magia y el encanto del milenario gigante asiático.

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Fuente de imagen:
https://www.elperiodico.com/es/internacional/20190424/nueva-ruta-seda-china-convence-mas-paises-7421293

Crédito foto: 
Kyle Glenn en Unsplash.com