Por Franca Trezza. Crea y trabaja en zonas libres de vertedores de basura emocional. Si te esfuerzas al máximo, contribuirás con un ambiente beneficioso para todos.
¿Los sentimientos negativos son biodegradables?
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Pienso que ningún ser humano debe absorber las frustraciones, ansiedades y decepciones de otras personas. No vinimos al mundo a cargar con la energía negativa de los demás y tampoco descargar la nuestra en los otros. Por tanto, es conveniente despejar nuestro camino de limitaciones innecesarias e ignorar las acciones y actitudes negativas de otras personas.

Todos tenemos la responsabilidad de descubrir nuestro camino y aprender a seguirlo. Hay derecho a soñar y a perseguir aquello que más deseamos. Podemos alcanzar paz si nos centramos en lo que realmente importa. Si entendemos que la felicidad y nuestro éxito no dependen del estado de ánimo y actitud de los demás, porque tenemos el poder de elegir cómo vivir cada experiencia.

A pesar de que vivimos en una sociedad cada vez más intercomunicada, el problema del civismo ha aumentado. Por mucho que esperáramos una corriente de cooperación y entendimiento derivada de la globalización, muy por el contrario, pareciera que hoy nos cuesta más comprendernos, empatizar, sentir y entender que juntos marcamos la diferencia. Sin embargo, cada día vivimos más en automático.

En este sentido, David Pollay, en su libro Reciclaje Emocional, propone 8 compromisos para convertir el mundo en un lugar más cívico. Ellos son:

1. No permitas que los otros descarguen sobre ti. No tienes por qué cargar con las emociones negativas de los demás.
2. No descargues sobre ti mismo. No debes cargar con malos recuerdos del pasado, líbrate de los pensamientos pesimistas que pueden lastrar tu futuro.
3. Evita descargar sobre los demás. No tienes que vengarte de los otros, es mejor perdonar, pedir ayuda con humildad y dar siempre una oportunidad.
4. Ayuda a los demás a dejar de descargar. ¿Cómo? Comunicándote con tus semejantes y haciéndoles ver otra manera de proceder.
5. No tienes que aceptar basura de los demás ni debes repartirla.
6. Invierte tu energía en disfrutar una vida plena y con sentido.
7. Crea una zona libre de camiones de vertedores de basura emocional. Hazle saber a todos tus conocidos que te has comprometido a vivir desde la gratitud y el perdón, lo que deriva como consecuencia armonía y paz interna.
8. Trabaja en una zona libre de vertedores de basura emocional. Si te esfuerzas al máximo y esperas lo mismo de los otros, estás contribuyendo a crear un ambiente de trabajo en el que todos disfruten, aporten lo mejor de cada uno y se sientan realizados.

Por último, cito al poeta inglés William Wordsworth: “La mejor parte de la vida de un buen hombre son sus pequeños, anónimos y olvidados actos de bondad y amor”, por lo que los sentimientos negativos sí son biodegradables…

Juntos podemos marcar la diferencia. Solo debemos entender que si tomamos conciencia, vamos a dirigir la energía en la dirección correcta. Les invito a intentarlo. Verán grandes cambios en sus vidas.



Crédito Foto:
Cottonbro en Pexels