Por Héctor Vanegas. Llegar hasta aquí y vivir estas experiencias al lado de la gran familia Hotel Pipo Internacional es para mí un orgullo y un gran logro.
30 años de un viaje hermoso
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¡Han transcurrido 30 años! No sabía que la vida me tenía preparado un viaje hermoso.

Recuerdo con nostalgia, pero a la vez con alegría, cuando me puse mi primer uniforme, la chaqueta como botones. Ese día visualicé lo que quería: ser parte de este mundo de experiencias sobresalientes. Garantizar el bienestar y las necesidades de los huéspedes se convertiría en mi principal objetivo, creando sensaciones únicas e inolvidables, teniendo siempre como norte hacerlos sentir como en casa.

Enfocarme en pasos pequeños me permitió llegar a grandes metas, por medio del desarrollo y potenciación de ciertas habilidades fundamentales para este exigente mercado.

La preparación, la constancia, la disciplina y la honestidad son algunos de esos tantos elementos que hay que poner en práctica para ser exitoso en este negocio. Siempre los tengo presentes, así como estar consciente de que la vocación es un factor fundamental que te inyecta de energía cada día.

No solo es garantizar calidad, comodidad y seguridad. Se trata de transmitir emociones positivas a las personas en los diferentes espacios. De esas pequeñas cosas que se convierten en grandes logros. Un “gracias” con una sonrisa ya es una misión cumplida.

Miro atrás todo ese trayecto y le digo a mi hija “no hay éxito sin sacrificios”. Tenemos una inmensa responsabilidad y, ahora, el objetivo de transmitir toda esta experiencia a los nuevos talentos, inspirarlos, motivarlos. Es increíble cómo evolucionamos. Ha sido todo un reto, durante estos últimos años nos ha tocado innovar y reinventarnos, sin perder la naturaleza o el fin de nuestro trabajo.

No ha sido fácil hacer que las personas vivan una experiencia memorable y estar a la vanguardia. Pero cuando lo hacemos desde el corazón, ese grado de bienestar y satisfacción que vemos reflejado en sus rostros no tiene precio.

Sigo experimentando ese sentimiento de motivación. Este grandioso camino de 30 años me toca cumplirlos al lado de un magnífico grupo de seres humanos dedicados al servicio de la hostelería. Me refiero a la gran familia Hotel Pipo Internacional, que con una amplia trayectoria de 59 años ha sido una escuela para muchos.


Hotel Pipo Internacional, próximo a cumplir seis décadas en la ciudad de Maracay

Llegar hasta aquí y vivir estas experiencias a su lado es para mí un orgullo y un gran logro.

¿Por qué somos hoteleros? Es la pregunta que debemos hacernos cada día. Recordar siempre nuestros comienzos, lo que nos inspiró y agradecer a quienes nos motivaron. Ahora formo parte de ese grupo selecto que, sin duda, nos impulsa a motivar, inspirar para que puedan crear.