Por Guillermo de León. Un análisis de la humanización en las composiciones musicales más emblemáticas de la falconianidad, como Sombra en los médanos, cuyo autor es Rafael Sánchez López.
La humanización en los temas de Rafuche
      A-    A    A+




Como expresión anímica de la vida, uno de los recursos lingüísticos más apreciados por quienes ejercemos la literatura es, sin duda, la humanización. En específico, en los términos de homologar a lo inanimado con los sentimientos diversos, que a nosotros nos asisten.

En relación con esta premisa, en esta oportunidad deriva en la aplicación constante de este recurso en la composición musical más emblemática de la falconianidad. Se trata de Sombra en los médanos, cuyo contenido poético corresponde a Rafael Sánchez López.

No resultó en absoluto complejo para Rafuche, como lo ha identificado nuestro afecto colectivo, exaltar este paisaje natural. Primero a través de su esplendorosa belleza, para luego refugiarse en sus dorados medanales, desde la perspectiva profundamente relevante de su existencia.

Para los inicios de esta exposición, tenemos la manera en que el ilustre compositor veleño le establece rango humano a su mar. Lo apreciamos cuando canta: “es el mar que con su oleaje llega a la playa besar”.

Insatisfecho aún con esta hermosa metáfora, lo que más respalda el presente propósito es la alteración que ha venido ocurriendo, respecto de una expresión plena de solidaridad. Está presente cuando se afirma que en nuestra región “hasta lo cujíes lloran de dolor”.

Esta consigna resulta inconveniente, en correspondencia con la atracción turística, lo cual nos lleva a reivindicar la cualidad solidaria de nuestros árboles símbolo. Lo que en realidad expresa el compositor es: “los cujíes lloran el dolor de mi vida mustia de esperar”.

Otras de las creaciones de Sánchez López, en la cual se refleja la presencia de la humanización, es en su Crepúsculo coriano. Se hace evidente al cantar que “bajo el cielo azul pliega un bostezo el sol”, así como “las brisas salobres rizan al pasar el viento sonoro y desnudo del mar”.

Por lo sublime, no se puede dejar de mencionar aquello de: “y cuando la tarde se aburre de luz, las sombras se agolpan tejiendo un capuz”.

Podemos denotar que la referida humanización se da en los términos de los besos del mar; los cujíes lloran por su drama; el mismo mar con vientre desnudo y sonoro… Y el aburrimiento de la tarde, cualidad única de nosotros los humanos, que nuestro Rafuche le asigna a la tarde.

Rafael Sánchez López (Rafuche). La Vela de Coro, estado Falcón. 1916-1946. Maestro, músico y compositor.


Guillermo de León Calles, cronista y poeta de Punto Fijo


Sobre el autor de este artículo, Guillermo de León Calles

Guillermo de León Calles (Pedregal, estado Falcón, 17 de septiembre de 1943), es poeta, escritor, cronista, periodista y profesor universitario. Es autor de 21 libros en distintos géneros literarios. Premio internacional de poesía Simón Bolívar (1983), con motivo del bicentenario del nacimiento del Libertador.

Es miembro de la Academia Venezolana de la Lengua, correspondiente de la Academia Real Española. Profesor Honorario de la Universidad del Zulia y Doctor Honoris Causa por las universidades de Falcón, Yaracuy y Yacambú de Barquisimeto.

Es cronista de la ciudad de Punto Fijo y expresidente de la Asociación Nacional que los agremia. Corresponsal de los diarios El Nacional, Panorama y Médano. Fue director de Responsabilidad Cultural de la empresa PEMICA.

En 2012, a través de María Teresa Chacín y su álbum María Teresa Canta Cuentos, obtuvo el Grammy Latino en la categoría de composiciones para niños.



Fuente: 

Créditos fotos:

Médanos de Coro: César A. Victora Díaz en Pixabay.
Guillermo de León Calles: Eliana Palencia.
Agradecemos a Glenda Galvis, Gerente de Operaciones del Hotel Villa Caribe, estado Falcón, por los contactos que hizo con el profesor y cronista.