El Antonov An-2 parece un avión híbrido entre una aeronave producida en la I Guerra Mundial, ya que es biplano, y otro fabricado en la II Guerra Mundial, por su planta propulsora a hélice.
Esta aeronave tuvo su primer vuelo el 31 de agosto de 1947. Es la más producida en la historia de la aviación: se han ensamblado 18 mil unidades en más de 70 años de producción. En China se continúa ensamblando en pequeñas cantidades y Antonov, su fabricante, ofrece mejoras en su planta motriz y aviónica.
Su filosofía de producción está basada en la simpleza: requiere poco mantenimiento, que en algunos casos puede realizarse hasta con un destornillador, literalmente.
Puede aterrizar y despegar en pistas cortas (cerca de 200 metros), que no estén preparadas (tierra o grama). Esto le concede su especial vocación: poder llevar una tonelada de carga o una docena de pasajeros a lugares de difícil acceso. Esta característica de un avión rudo y confiable le ha permitido seguir operando, a pesar de ser considerado obsoleto desde un principio.
En la actualidad se utiliza para transporte de carga y pasajeros, labores agrícolas y paracaidismo. En esta última función, el Antonov An2 ofrece una característica envidiada por otros modelos: puede volar a velocidades cerca de los 40 km/h. Si tiene un viento de frontal relativamente fuerte, puede ir hacia atrás sin poner en peligro su capacidad de planeo.

Aunque ha sido considerado obsoleto, el Antonov An2 es la aeronave más producida en la historia de la aviación
Esto último se puede leer en el manual de operaciones, donde encontramos la siguiente explicación, por demás interesante:
“Si el motor se para en vuelo instrumental (vuelo a ciegas donde no se puede ver nada) o durante vuelo nocturno, el piloto deberá tirar totalmente de la palanca de mando hacia popa y mantener el nivel de alas. Los slats (extensiones alares) se desplegarán a la velocidad de 64 km/h (40 mph), y cuando el avión reduzca su velocidad a 40 km/h (25 mph), este descenderá a una velocidad similar a la de un descenso en paracaídas, hasta que toque tierra”.
Tiene un sistema de frenado neumático (similar al que usan los camiones), permitiéndole detenerse en distancias cortas. Posee un sistema de inflado y desinflado de las ruedas mediante un compresor. Esto lo que le permite ajustar el avión según la condición del terreno de aterrizaje. Como cuenta con su propia bomba de combustible, puede cargar combustible directamente de bidones.
Sin duda, el Antonov An2 Colt (nombre código de la OTAN) tiene su lugar ganado en la historia de la aviación. Su fabricante, ubicado en Ucrania, sigue construyendo aviones de carga formidables, como son los casos del Antonov An124 y el Antonov 225 (una de las aeronaves de transporte más grandes del mundo).