La primera parte de la historia

En esta ocasión me encontraba en la antesala del salón de uno de nuestros prestigiosos hoteles, esperando se abrieran las puertas donde se celebraría la reunión pautada. Ya apreciaba varias diferencias. Todos portábamos mascarillas. A la entrada nos habían ofrecido gel germicida. Los tradicionales abrazos se habían cambiado por golpecitos con los codos.

En su interior, el salón tenía el doble de la capacidad de las personas que habían sido convocadas. Se respetaría el aforo y el distanciamiento social. Parte de los invitados asistirían en forma telemática. Se estaban cumpliendo los protocolos de bioseguridad, en lo cual nuestros hoteleros habían invertido bastante tiempo, tema al cual nos referimos en artículos anteriores.

Pues bien, en esa antesala también se me pidió ir trayendo a la memoria muchos personajes y eventos. ¿Para qué? Para celebrar el próximo año, en febrero de 2022, el 30º aniversario de nuestra Asociación Venezolana de Hoteles Cinco Estrellas, AVECINTEL.

En aquel ya lejano febrero de 1992 era inimaginable esta pandemia universal. Igualmente lo eran muchos otros acontecimientos y dificultades que sufriría nuestro país, aun cuando, sin duda, estaban los gérmenes que traerían tantas consecuencias.

Me vino a la mente un artículo publicado en abril de ese año. Salió en la revista Forbes, y decía que Venezuela era el país con la mayor tasa de crecimiento económico en América Latina.

También recordé otro artículo, según el cual en 1991 y 1992 Venezuela había alcanzado cerca de 3 millones de producción de barriles diarios de petróleo. Esto constituía un récord desde la nacionalización de la industria.


La situación del turismo venezolano en 1992

En lo que respecta al turismo, para 1992 las estadísticas señalaban cerca de 500 mil turistas en Venezuela. Esta cifra representa casi la tercera parte del total recibido por toda la Comunidad Andina de Naciones, con estimaciones para 1998 cercanas al millón de turistas.

Sin duda, esas estadísticas eran muy inferiores en comparación al turismo emisivo. En este, esos años, Venezuela siempre llevó la delantera en el continente latinoamericano. Pero ello no obstaculizó el crecimiento hotelero y le daba fuerza y empuje a otros sectores de prestadores de servicios turísticos.

En 1992 la infraestructura de alojamiento en Venezuela era de casi 70.000 habitaciones o cuartos. Por su parte, en los países de la Comunidad Andina de Naciones oscilaban entre 10.493 y 52.867 habitaciones o cuartos.

Por nuestra parte, en el Escritorio Calcaño-Vetancourt –del cual soy socio–, desde 1970 atendíamos profesionalmente a la Hilton International Co. Estaban comenzando sus operaciones en Caracas y con rápidos planes de expansión para Barquisimeto y Margarita.

El negocio de eventos, congresos y convenciones en el país crecía de forma acelerada. Los nuevos hoteles ofrecían espacios, experiencias y equipamientos nunca vistos. Se recibían visitas de inversionistas, dignatarios y artistas internacionales.

Las cadenas hoteleras rotaban a su personal con los mejores preparados en otros países. A nuestros trabajadores venezolanos les abrían posibilidades de entrenamiento y crecimiento en el exterior.

Los festivales gastronómicos internacionales se hacían frecuentes. Los principales hoteles de la ciudad se habían convertido en la residencia social de sus gerentes y formaban parte de la vida caraqueña.


Nace la idea de constituir una asociación hotelera

En ese marco de realidades y acontecimientos en nuestro país, unos muy buenos y otros muy malos, una mañana me llama mi querido y recordado amigo Peter Heinz Gerard Schaepe Hardig, gerente general del Hotel Caracas Hilton.

Quería comunicarme que él y Eduardo Fahrenkrug, gerente general del Hotel Tamanaco Intercontinental, tenían una idea en la cual requerían mi apoyo y orientación: constituir una asociación hotelera. Tenía que estar a la altura de las compañías internacionales que habían llegado y seguían llegando a Venezuela, atraídas por el gran potencial turístico y de negocios de nuestro país.

Por otra parte, también estaban alarmados por varias razones. Se había decretado un impuesto de 10 % a las facturas de huéspedes extranjeros. Además, se habían modificado importantes aspectos de la legislación laboral, sin opinión ni concierto con los operadores turísticos.

La idea acerca de constituir una nueva asociación ya había comenzado a gestarse unos días antes. Fue en la antesala de casi hora y media en el despacho de la Presidencia de la Corporación de Turismo de Venezuela, Corpoturismo.


Una antesala y una espera muy bien aprovechadas

En esa oportunidad, les habían concedido audiencia para la misma hora a la Hilton Internacional de Venezuela S.A. y a la Intercontinental C.A. Pero no fueron recibidas juntas… y la otra compañía tuvo que prolongar su antesala.

A pesar de la espera y de no ser recibidos a la vez, los asuntos planteados por ambas compañías hoteleras al ente rector del turismo habían sido los mismos.

En esa antesala, los personajes ya mencionados conversamos sobre varios temas. Acerca de la necesidad de establecer puentes efectivos entre el sector público y el privado. Sobre la promoción y capacitación turística, sin lo cual el turismo es una utopía.

Hablamos sobre la sede de ese órgano rector del turismo, para entonces ministerio sin cartera. La razón fue que antes habíamos hecho una larga cola para los ascensores en la Torre del Parque Central, con pena por unos inversionistas italianos y japoneses que portaban grandes carpetas.

También conversamos acerca de que la próxima reunión con este órgano rector debería ser todos juntos y por invitación a uno de nuestros hoteles. Esa antesala, les puedo asegurar, fue muy bien aprovechada.

El plan inicial para comenzar a desarrollar la incipiente idea fue muy conveniente: encerrarnos los tres un fin de semana en las agradables instalaciones del Hotel Tamanaco en Las Mercedes. El objetivo fue dibujar el proyecto.

Lo interesante de este encuentro era que Peter y Eduardo eran los más experimentados y principales competidores en ese momento. Uno estaba ubicado en el oeste; el otro en el este de la ciudad.

La reunión se haría sobre las bases de encontrar los motivos que los unían, más que los que podían separarlos. Todo en un ambiente de gran cordialidad. Y, por supuesto, los temas tratados en aquella antesala en Corpoturismo iban a estar presentes.

El experimento resultó muy satisfactorio. Al lunes siguiente ya teníamos el bosquejo de la nueva asociación para comenzar a entusiasmar a otros muy seleccionados gerentes generales de la época. No se hicieron esperar las cordiales reuniones, los agradables desayunos y almuerzos, así como la decisión acerca del nombre, logo, sede y primeros objetivos de la asociación.

A pesar de los acontecimientos políticos de comienzos de ese año, y antes de lo previsto, el 27 de febrero de 1992 se estaba inscribiendo ante el Registro del Segundo Circuito del Departamento Libertador el Acta Constitutiva y Estatutos Sociales de la Asociación Venezolana de Hoteles Cinco Estrellas, AVECINTEL.

Previamente, fue firmada ante Notaría Pública el 17 de febrero de 1992 en el Hotel Eurobuilding en un memorable acto. De ese hotel saldría con el tiempo nuestra primera mujer presidenta, Tachy Molina.

Los nombres que hicieron posible el inicio de AVECINTEL

La lista de personas que deben ser mencionadas sería larga y con el eterno temor de olvidos imperdonables. Ya trataremos de mencionarlos merecidamente a todos cuando el próximo año se celebre nuestro 30º aniversario.

Para esta ocasión debemos recordar a Ana Belén Chacare de Tapia, nuestra primera, eficiente y querida Directora Ejecutiva. A dos de nuestros expresidentes que partieron prematuramente y ya no están entre nosotros, Peter Schaepe y Rafael Gascón.

Les dejo los nombres de aquellos grandes y apreciados gerentes generales, a sus compañías y establecimientos hoteleros, que hicieron posible la firma del Acta Constitutiva:

Una vez constituida, AVECINTEL comenzó de inmediato su presentación, con muy buena acogida en la sociedad turística del momento. La prensa de la época se hizo eco de ello.

Los resquemores iniciales pronto se disiparon. Las otras asociaciones turísticas y gremiales se percataron de que esta Asociación había llegado, no para competir, dividir o quitar espacios, sino para aunar esfuerzos. Para aportar otra escala y experiencia a los negocios turísticos. Eran nuevos retos y varas más altas para todos.

Se celebraron grandes eventos en los estupendos salones –recién inaugurados– de los siguientes hoteles:

La Asociación celebró festivales gastronómicos con los chefs nacionales e internacionales de los principales hoteles. Por otra parte, desde sus comienzos se establecieron las reuniones-almuerzo mensuales en un hotel diferente.

Estas actividades permitían lucir los recursos y nivel de preparación del personal de cada hotel miembro. Tenían la costumbre –todavía vigente– de presentar a la brigada al final de la reunión, para recibir el merecido reconocimiento y aplauso.


El inicio de un intenso trabajo

Apagadas las luces de las fiestas y los micrófonos de las reuniones, comenzó el trabajo, que sería intenso. Para 1992 ya se hablaba de una inminente reforma a la Ley de Turismo. AVECINTEL formó parte de todas las reuniones que se establecieron, como es el deber ser, entre el sector público y el privado. Entre el ejecutivo y el legislativo.

Aquellos esfuerzos que antes hacían cada uno de los hoteles individualmente, por separado, ahora los hacían juntos, coordinados. Con una sola línea y objetivo.

La inminencia de esa nueva ley también produjo la incorporación de AVECINTEL al convenio institucional que, desde 1989, existía entre la ALAV (Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela), la ANAHOVEN (Asociación Nacional de Hoteles de Venezuela) y la AVAVIT (Asociación Venezolana de Agentes de Viajes y Turismo).


El nacimiento de Conseturismo

AVECINTEL coadyuvó a la formación del Consejo Superior de Turismo, Conseturismo, como una federación de asociaciones turísticas, debidamente inscrita en el Registro competente. Se mantuvo el mismo espíritu de sana competencia, camaradería, solidaridad y coordinación institucional existentes en nuestra Asociación.

En Conseturismo también se establecieron reuniones mensuales rotativas entre las distintas sedes de sus asociaciones miembros. Trabajaron juntas en el nuevo proyecto de Reforma a la Ley de Turismo.

El 21 de diciembre de 1992 se publica en la Gaceta Oficial la nueva Ley de Turismo, que derogaba la Ley de 1973, que cumplía 19 años. Esta, a su vez, había derogado la Ley de 1938, de 55 años. Era evidente que, hasta entonces, el turismo no había despertado mayor interés, ni en la economía ni en la legislación.

Esa Ley de Turismo de 1992 era el primer logro y símbolo tangible de la gran unidad del sector privado turístico, y de su excelente coordinación con el sector público. En esa Ley, Corpoturismo pasa a convertirse en un ente rector y promotor del turismo, más que un ente controlador y operador como había sido antes.

Se profundiza en el papel reservado a las gobernaciones y alcaldías, la necesidad del turismo social, de la promoción turística y de la capacitación de los trabajadores.

Aparece la representación del sector privado a través de Conseturismo en los directorios de Corpoturismo y del Fondo Nacional de Promoción y Capacitación Turística. En ellos los representantes de algunos miembros de AVECINTEL tuvieron destacada participación.

Publicada esa tan esperada Ley de Turismo de 1992, se presentaba ahora la tarea de sus Reglamentos. En especial en cuanto al sector de alojamiento se refiere.

Era imperioso el Reglamento de la Ley sobre Establecimientos de Alojamiento Turístico, para regular lo concerniente a la clasificación y categorización hotelera. La razón era que, durante 1985,1989 y 1990, toda esta materia se había desarrollado a través de Resoluciones del Ministerio de Fomento con base en las Normas Técnicas COVENIN.

Era urgente para los hoteles tipificar claramente el contrato de hospedaje, que como tal no aparecía en nuestra legislación. En algunas oportunidades ello se prestó para confundirlo abusiva e ilegalmente con el contrato de arrendamiento.

La Asociación seguía celebrando las gratas y provechosas reuniones mensuales. Aparecían nuevos establecimientos aumentando los retos y la oferta turística. Se celebraron múltiples reuniones entre el sector público, el sector privado y los miembros, para revisar el proyecto del mencionado Reglamento.

Aparece la Ley de Turismo para Establecimientos de Alojamiento Turístico

El 9 de diciembre de 1998 sale publicado en Gaceta Oficial el Reglamento de la Ley de Turismo para Establecimientos de Alojamiento Turístico, que aún se encuentra vigente. En él se estableció oficialmente:

La lista de tareas para AVECINTEL apenas comenzaba: el esmero de aglutinar al sector turismo alrededor de Conseturismo había que replicarlo. También coordinar los esfuerzos que, por su parte, hacían la Comisión de Turismo de Fedecámaras, el Comité de Turismo de la Cámara Venezolana Americana VenAmCham y el Comité de Turismo del Instituto de Estudios Superiores de Administración IESA. Todos con vocería destacada.

Pronto AVECINTEL tendría representantes en esas instituciones. De nuevo, cada vez había más coordinación en todos los esfuerzos. Esos mismos que antes cada uno repetía por separado, sin coordinación y a veces contradictoriamente, con evidente gasto y desgaste.

La derogatoria del impuesto de 10 % a los turistas extranjeros se cumplió pronto. Asimismo, se evitó que en la novísima ley de impuesto al consumo se gravase a los hoteles cinco estrellas con un impuesto especial al lujo.

AVECINTEL construyendo relaciones

AVECINTEL se dio a la tarea de crear las más efectivas relaciones con otros entes del quehacer diario de los hoteles. Podemos mencionar a:

Las tareas y planes futuros seguían presentes en las reuniones mensuales. En ellas siempre había un invitado especial, con o sin presentaciones acerca de temas de actualidad.

Entre los planes que se vislumbraban a futuro estaban trabajar por una Ley de Turismo que tuviese el rango de Orgánica, una Corporación de Turismo (ministro sin cartera) que subiese al rango de Ministerio y una sede digna y bien ubicada, alejada de aquellas penosas colas del Parque Central.

Lo cierto, como se sabe, es que todo ello se fue logrando con la extraordinaria unión del sector privado turístico y su coordinado esfuerzo con el sector público.

Esto solo fue un entremés en la antesala. Esperamos, si Dios quiere, celebrar el próximo febrero de 2022 los 30 años de nuestra Asociación Venezolana de Hoteles Cinco Estrellas, AVECINTEL. Siempre agradeciendo a tantos hombres y mujeres que ayer y hoy, a pesar de las dificultades, siguen enalteciendo su nombre y el de la hotelería venezolana a su más alto nivel.

La historia continuará…

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Las imágenes que acompañan a este artículo son del archivo del autor.