“Caminante no hay camino, se hace camino al andar” Antonio Machado
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“Cuando Henrique Méndez Llamozas era niño, le gustaba pasar tiempo estudiando mapas de lugares exóticos. Podía imaginar estar ahí, explorar lugares lejanos y ver las vistas de primera mano. Al día de hoy, cada vez que se plantea un viaje, utiliza un mapa topográfico para comenzar a imaginar qué y cómo se verán las cosas, la gente, el clima, los olores y sabores y pre visualizar sus fotografías desde miles de kilómetros de distancia, con nada más que los garabatos en un mapa topográfico”.

Lo anterior lo decía un amigo de la familia.

El presente relato es a modo de introducción y presentación personal. En posteriores artículos desarrollaré algunos de los parajes visitados y aventuras con mayor detalle. Los invito a acompañarme en la increíble experiencia que significa explorar, conocer y experimentar la variedad de lugares, culturas y personas que nos ofrece nuestra tierra.

Durante mis estudios en el Colegio San Ignacio, desde los 5 a los 18 años, nació mi gusto por la naturaleza, inspirado por el Hermano Bonnet y luego el Hermano Petit, desde el Centro Excursionista Loyola - CEL.

Con el hermano Petit en el Edén.

Teníamos un montón de tiempo para ir de excursión al Ávila y llamar a los amigos, averiguar lo que íbamos a hacer. Ya en bachillerato el Profesor de biología Rafael Bredy me motivó aún más por el gusto de los temas sobre la naturaleza y sus procesos y el Profesor de química Tomás Lancha contribuyó a definir definitivamente mi pasión por la investigación y búsqueda incesante de respuesta a miles de interrogantes. 

En mi gusto por las ciencias también fue clave el duro Profesor de matemáticas Ángel Urmeneta. Gracias a la formación integral que tuve en el San Ignacio, decidí ir a la Universidad Central de Venezuela y estudiar química. Posteriormente tuve la oportunidad de hacer el Doctorado en Francia.


En mi oficina 1990.

Ya, entre los 30 y 50 años, fue menor el tiempo que le podía dedicar a viajar solo por la naturaleza y a las estadías de la finca familiar, pero llegó la época de los resort internacionales a los cuales llevé a mis hijos dedicándole tiempo para programar viajes improvisados.


Mis hijos menores Fernando e Isabel alimentando delfines en USA.

Por otra parte tuve la oportunidad de viajar por razones profesionales a diversos países y en cada uno lograba añadir unos días adicionales a la estadía para conocer algún paraje distinto a los sitios turísticos de rigor.


En el Lago Argentino. Patagonia argentina.



Frente a imponentes murallas Inca en Perú.

En mis 50 comencé a planificar y retomar los viajes “al natural”. En mis 60 años, todo se hace más firme, y ahora es una locura, no tengo tiempo libre, ni hay tiempo de inactividad, soy el tipo de persona que realmente no les va bien con la inactividad. Me gusta estar ocupado, así tengo tres o cuatro proyectos además de los profesionales propiamente dichos: la fotografía, pasatiempo que me acompaña desde los 15 años la he cultivado y tengo varios libros sobre fotografía de viajes de aventura con paisajes y vida salvaje espectaculares.

Actualmente trabajo en un libro de autor, revisando fotografía con fotógrafos profesionales reconocidos internacionalmente. Las actividades como "ciudadano activista” también ocupan un espacio, particularmente en lo que va del siglo XXI. Disminuir la velocidad no es parte de mi lengua vernácula.

En 1969, cuando el hombre miró atrás y vio a la tierra, esa imagen quedó pegada en mi mente. Fotografié el momento a través del “gran televisor” en blanco y negro ubicado en sitio especial de mi casa. Y esto me impulsó a mirar a los proyectos desde una perspectiva global. La mayor parte de mis libros son regionales, he convivido con Pemones, Guajiros, Yekuana en Venezuela; con Massai, en el Massai Mara y con Kikuyos en África, con los Inuit, mal llamados esquimales, en el Ártico Canadiense y en Groenlandia; con Navajos en el Gran Cañón y con Tuaregs en el Sahara, lo que me ha permitido constatar que el ser humano es uno solo. Las diferentes culturas tratan y respetan de una manera reverencial a la naturaleza, su fauna y su paisaje, lo que me ha dado un punto de vista global. Así que creo que es muy apropiado que este libro en proyecto realmente abarque gran parte de mis momentos favoritos.


Massai.

Una de las medidas que se están tomando en Kenya es la obligación de aceptar niños de diferentes tribus con la finalidad de disminuir las agresiones históricas entre ellas. Han tenido resultados asombrosos.


Niños kikuyos y massai.

Un buen comienzo para lo que será mi serie de crónicas de viajes de aventuras es la siguiente descripción que hace de mi, la periodista Grecia Toukoumidis en una reseña que sacó El Nacional: “En su oficina y vestido con una bata de laboratorio es difícil descubrir la vena aventurera del Dr. Henrique Méndez Llamozas. Pero al poco tiempo de oír sus relatos todo cobra sentido: es un viajero empedernido. A los 62 años de edad, la fotografía, otra de sus pasiones, le ha permitido seguir haciendo excursiones y explorar destinos exóticos como Groenlandia y África”.

Luego de unos cuantos años de trabajo profesional y sin haberme retirado, le dedico un poco más de tiempo a los viajes de aventuras, como hice cuando joven y he decidido cumplir con algunos sueños de visitar y conocer animales y paisajes remotos. Entre los destinos que ha visitado en la primera década del siglo XXI están los polos, el Ártico, Uganda, Kenia, Tanzania y las cabeceras del río Nilo.

Sin embargo, debido a las dificultades económicas y sociales que ha generado la revolución, he retomado los viajes por nuestro país. Durante los últimos años he realizado viajes fotográficos con los amigos fotógrafos Roberto Mata y Julio Estrada alrededor de toda Venezuela. He recorrido desde Castilletes hasta el Delta pasando por el Páramo los Nevados, el relámpago del Catatumbo, el río Caura, y también por quinta vez Canaima, uno de mis destinos favorito.


Reflejo en el delta del Orinoco. 



Caño Mánamo en el Delta del Orinoco.

La organización

Para realizar el tipo de viajes que me gusta siempre le dedico tiempo a investigar el sitio seleccionado. Planifico yo solo todo mi viaje. Busco información por Internet, leo mucho y me gusta revisar guías especiales como Lonely Planet y Rough Guide entre otras y consulto muchas veces mi colección de National Geographic, en general tengo una buena biblioteca de viajes.

Siempre es bueno revisar autores como Javier Reverte –periodista y viajero español– con una prosa interesante y detallada en algunos temas. Su libro sobre África me ayudó muchísimo. Además, para disminuir los temo es importante tener mucha información del sitio que se visitará. Por supuesto que está la planificación del viaje, transportes a utilizar y selección de fechas en función del aspecto que se quiere conocer.

Uno de los paisajes que me ha llamado la atención es el Ártico. Ya había estado en el Antártico y en el Ártico canadiense pero me faltaba Groenlandia. En la búsqueda sobre este destino descubrí a un explorador español que realizaba travesías al Polo Norte desde Groenlandia y fue así que luego de casi dos años me anotó en uno de los primeros grupos de geoturistas para conocer esta grandiosa “isla”. Éramos ocho jóvenes españoles y yo, incluidos dos personas de apoyo. Comí foca, ballena y vi el Sol de Medianoche y otro de los fenómenos más espectaculares de la naturaleza como las auroras boreales.

Otro de los destinos que me tomó tiempo en planificar fue para ir al África central, donde pude fotografiar de cerca a los gorilas de lomo plateado y tener una de las experiencias más grandiosas con un encuentro muy cercano con estos animales. Incluyó solicitar el permiso correspondiente y recibir un curso para conocer el lenguaje corporal y señales que se deben evitar a toda costa en respeto a estos maravillosos gigantes, además del aspecto sanitario. 


Gorila lomo plateado, el explorador de la familia.

Es divertido escuchar los comentarios que hacen los compañeros de estos viajes “Qué energía tiene para su edad” o “qué bueno que siga explorando” son algunas de las frases que oye cada vez que comienza travesías.

Para más tips sobre viajes y turismo, puede seguir a Henrique Méndez Llamozas en Twitter: @hmllamozas o en Facebook: www.facebook.com/henriquemendezllamozas

Un geoturista

Me auto defino como un geoturista, gracias a una definición que leí en National Geographic: “Este tipo de viajeros se ocupa de la naturaleza y selecciona sus campamento y hostales según cómo funciona éste con relación al ambiente y que sea regentado por locales, así mismo los guías eventuales son siempre locales, come y se comporta según las costumbres del lugar, en fin se integra al lugar explorado.”

Destinos favoritos: la Patagonia Argentina y Chilena, Groenlandia, las Rocky Mountain en Canadá, los fiordos de Noruega, Masai Mara en Kenia, el Gran Cañón en Estados Unidos y el cráter Ngorongoro en Tanzania y por supuesto la Gran Sabana.

Espectáculos imperdibles: el Sol de Medianoche en Noruega y en el Ártico, la aurora boreal en Groenlandia.

Países visitados: toda Europa, Norteamérica y Suramérica (excepto Bolivia), Tanzania, Uganda, Kenia, Marruecos y Senegal en África, y Pakistán en Asia.

Próximo viaje: Svalbard y Nepal.

Gastronomía exótica: comer foca y ballena en Groenlandia en medio de grandiosos glaciares. También he comido hamburguesas de caribú, hormigas, bachacos, entre otras exquisiteces.

No tan exótica: canard presse en París en la Tour d’ Argent, hamburguesas en la Ruta 66 en Estados Unidos y panquecas de dulce de leche en el restaurant Tomo I en Buenos Aires, Argentina.

Tips de camping

Es imprescindible tomar estas medidas cuando se emprende una aventura:
  • Llevar la mitad del equipaje que se considere necesario.
  • Dispongo de un listado-check-list, de elementos a llevar, pilas, cargadores, adminículos para las cámaras, adaptadores, memorias. Utilizo mi IPad para anotaciones, GPS.
  • Ropa de telas tecnológicas: livianas resistentes e impermeables.
  • Envolver la ropa en bolsas plásticas si el destino lo amerita.
  • Usar jabón azul ya que es natural y no contaminante de ríos o reservas naturales.
  • No olvidar las toallitas húmedas.
  • Llevar un antiséptico efectivo como Gerdex.