La celebración de su 50º aniversario de los antiguos alumnos trajo consigo la entrega de una significativa donación para su querida alma mater.
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El Padre Daniel Figuera, S. J., y cinco representantes de la Promoción Loyola 1970, celebraron una importante reunión el 8 de junio de 2021. El motivo fue expresar formalmente la gratitud del colegio por donar 12 mil dólares (USD 12.000), destinados a culminar la adecuación y modernización de las instalaciones de Villa Piscina.

Este aporte surgió al cumplirse el 50º aniversario de esta promoción, en 2020. El encuentro, solicitado por el padre rector, se postergó a causa de las dificultades asociadas a la pandemia. Aunque no hubo una celebración física, sí se dio el lujo de reunir de forma virtual a todos sus miembros y conseguir este significativo aporte, destinado al mejoramiento de la educación de nuestros alumnos.

Por Loyola 70 asistieron: Pablo Izaguirre, Nacho Briceño, Reynaldo Febres, Tomás Morvay y Gustavo Maggi. También participó el presidente de ASIA, el doctor Guillermo Ochoa, quien dio mayor representatividad al encuentro. Fue un momento lleno de cordialidad, en el que se trataron varios temas de interés. Hablaron sobre la actualidad del colegio y sobre las potenciales contribuciones que existen de parte de los antiguos alumnos.

Se hizo un extenso comentario sobre un alumno muy destacado de esta promoción, cuyo fallecimiento causó un gran dolor. Se trata de Jon Ander Badiola, principal motor de este proyecto colaborativo con el colegio. Él fue convenciendo a más de 100 exalumnos para que aportaran, cualquiera fuera el monto. Lo importante era participar, que nadie quedara afuera.

Luego se llevó a cabo una sesión de preguntas a los participantes para hacer un reporte completo de este acto a la Revista ASIA Caracas. El padre rector dijo lo siguiente: “El reto que tiene el colegio en la actualidad es enorme. Las circunstancias asociadas al proceso educativo en el país son de extrema complejidad, pero el colegio San Ignacio tiene un soporte de inmenso valor, sus exalumnos. Contar con esa gran cantidad de personas que están pendientes de su colegio, aun después de haber salido hace 50 años como en este caso, es algo que nos motiva a continuar adelante forjando individuos comprometidos con el país y su futuro”.

Por su parte, Pablo Izaguirre comentó: “Queremos resaltar el vacío que deja en nuestra promoción la muerte de nuestro compañero Jon Ander Badiola, el mejor de nosotros. Su constancia y empuje nos obligaron a participar y a reunir esta importante suma de dinero para el colegio. Fue un proyecto que sirvió para unirnos más y para manifestar todos juntos lo importante que fueron en nuestras vidas las experiencias que aquí vivimos juntos”.

Por su parte, Reynaldo Febres dijo: “Esperamos que esta donación sirva para la motivación de otras promociones que, al llegar a algún momento de conmemorar alguna fecha o evento, recuerden a su alma mater y las dificultades que se están presentando. Y puedan hacer un esfuerzo entre todos para aportar recursos que faciliten el día a día de nuestro querido colegio”.

Ojalá que así sea. Excelsior, amar y servir.