Los medios de comunicación tienen una gran influencia en el mundo de los deportes, y aunque la cobertura equilibrada de todos las disciplinas es ideal para el desarrollo de los atletas y la popularización de ellas, también es cierto que los medios buscan audiencias y, por lo general, se centran en los deportes más populares. Una cobertura equilibrada es un objetivo deseable, ya que puede promover estilos de vida saludables, inspirar a nuevos seguidores y dar visibilidad a deportes menos conocidos, sin ejercer presión negativa sobre los atletas involucrados.
Una cobertura equilibrada promueve la diversidad, establece el sentido de pertenencia y permitirá el desarrollo de nuevas entidades y al mismo tiempo asociaciones deportivas. Esto a su vez, fomentará valores positivos, motivará el sentido de la superación tomando como base el trabajo en equipo.
Todo lo contrario sucederá con una cobertura mediática no equilibrada. El hecho por ejemplo, de una atención exagerada por parte de los medios de comunicación hacia un atleta o conjunto deportivo, establecerá una gran presión en los individuos y a todo el equipo de trabajo, afectando su rendimiento y su salud mental. También observamos que disciplinas deportivas que gozan de mayor audiencia, por lo general tienden a recibir más cobertura que otras. Esto perjudica la atención de otros deportistas, siendo de gran importancia que no interfieran en el desarrollo del atleta como tal.
Los medios de comunicación y el deporte deben ser recíprocos en la necesidad que tiene cada uno; ambos generan audiencia y el deporte y todos los factores que lo rodean , se benefician de la difusión y la inversión que esto conlleva; además que pueden significar una valiosa herramienta para educar a las nuevas generaciones de deportistas y aficionados, mostrándole valores y verdaderos ejemplos de esfuerzo y dedicación.

En lo particular y por experiencia de años en estas lides, siempre que se logra destacar a atletas de diversas disciplinas, permite presentar a la sociedad modelos a seguir para las presentes y futuras generaciones. Automáticamente, esto animará a más personas a participar en la actividad física y en la práctica de su disciplina favorita, promoviendo estilos de vida más saludables y establecer altos estándares de rendimiento e inspirar a los atletas a entrenar más duro.
El otro detalle importante es el de crear sentido de pertenencia en todos los estratos sociales, y esto mejorará las relaciones entre grupos de personas de diferentes razas, etnias y religiones.
Otro de los detalles que considero elemental en el papel de los expertos en cada disciplina deportiva que participan en los eventos, es que sus análisis y comentarios ejercerán la educación necesaria, para educar a los espectadores y a los propios atletas, ayudándoles a comprender mejor el juego y sus complejos factores.

En mi análisis, trato de establecer orden en las formas y maneras correctas, para realizar una cobertura adecuada y extraordinariamente pedagógica. Considero que la atención mediática excesiva a un solo deportista o a un grupo (equipos, selecciones nacionales), pudieran crear expectativas no del todo reales para los atletas y sus posibilidades, lo cual generaría efectos no positivos en el bienestar mental de los protagonistas. Esas coberturas a veces sesgadas, pueden distorsionar las virtudes de los atletas y crear falsas expectativas para los aficionados, bien sean de un equipo o un seleccionado nacional.
Establezco un ejemplo palpable con la Selección Nacional de Fútbol de Venezuela, específicamente en sus diversas presentaciones, partidos oficiales y amistosos, de cara a la posibilidad que tuvo para clasificar a la Copa del Mundo 2026. Fueron escasos los contenidos que pude escuchar y leer, con un carácter equilibrado y de considerable nivel de crítica , con alto sentido de reconfiguración hacia el problema. Los medios dirigieron el enfoque hacia la Fe, en la búsqueda desenfrenada de la sumatoria de conexiones mentales, que pudieran establecer un estado de perfección absoluto en todo lo que se relacionara al seleccionado VinoTinto, sin llevar la secuencia correcta en el análisis de las posibilidades reales.
¿Cuántas veces en nuestras vidas alguna situación de dificultad fue solucionada por una acertada crítica, que nos ayudó a enderezar el enfoque de determinado objetivo? Digo esto porque en el caso de nuestra selección nacional, fueron escasas las voces verdaderamente acertadas en análisis concisos, que se atrevieran a desnudar nuestras falencias, ante las deficiencias que mostrábamos en cada partido. Sumemos a esto los manifiestos desvanecimientos individuales de jugadores de los que esperábamos mucho más, y la enigmática identidad colectiva que nunca apareció; eso sin dejar de decir, lo que se mostraba en casi todos los partidos, un marcado desconocimiento de las estrategias a seguir de acuerdo a situaciones, marcadores, la colocación correcta en cancha, además de saber establecer las sociedades idóneas en los tres sectores del campo, para un mejor desempeño. En nuestro caso, todo se enmascaró en promocionar que estábamos invictos como locales y eso escondió tristemente nuestras notables carencias; la última fecha de la eliminatoria nos ponía de cara frente a la historia, sorteando nuestro chance a un repechaje a comienzos de 2026, dependiendo de nuestra capacidad, suerte, y estado del contrario, en este caso la rendidora selección de Colombia, plagada de buenos jugadores, certificados internacionalmente y bajo la dependencia del resultado entre bolivianos y brasileros .



Los vaticinios de los medios no se hicieron esperar, diversos y algunos cargados de pronósticos de
película. Todo este montaje irresponsable de no pocos, exacerbó el ánimo del aficionado y
aumentó aún más las falsas expectativas. Al final se concatenaron los dos resultados que menos convenían, una victoria categórica de Colombia 3-6 y la victoria de Bolivia en su refugio intergaláctico, ayudado por un grupo de sinverguenzas que aliñaron el libreto, pero que al final no cambiaba para nada nuestro ya conocido destino, ver la Copa Mundial, a través de la Televisión.
Después de esto, los medios de comunicación nos anunciaron, lo que muchos conocíamos, fallas en el Cuerpo Técnico, fallas en los jugadores, fallas en los dirigentes, fallas en el sistema, por lo tanto mucho que corregir.
Así pues, debemos tener muy claro que una influencia equilibrada de los medios de comunicación en todos los deportes, podrá potencialmente mejorar el rendimiento atlético y mental de sus protagonistas en las canchas.
El tiempo dirá, mis queridos lectores.