Por Kelly Novo: En noviembre se escuchará la voz de ¡Play Ball!
¡Play Ball! Sin grandes ligas
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Hablar de deportes en Venezuela es hablar de béisbol inmediatamente y para cada venezolano la temporada de pelota criolla es, sin duda, la más esperada. La fiesta del béisbol se celebra desde hace 74 años de manera casi ininterrumpida y la cita es por tradición en el mes de octubre. Este año la zafra de la pelota rentada parece tener todo en contra; varios factores han hecho que el venezolano se pregunte en reiteradas ocasiones a la par de su diarismo, ¿habrá béisbol este año?, ¿quiénes vendrán a jugar?, ¿qué pasa con el béisbol?

De estos cuestionamientos sólo uno parece tener respuesta oficial y es que ya es un hecho que la voz de play ball se escuchará el próximo 5 de noviembre en los distintos diamantes del país, fecha que inicialmente habían oficializado la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP) y sus directivos, encabezados en aquel momento por Juan José Ávila quien era presidente del máximo ente rector de la pelota rentada nacional desde el año 2017 pero que recientemente decidió dar un paso al costado, alegando razones personales que para muchos están lejos de la realidad. Cabe en este momento preguntarse: ¿prefirió Juan José Ávila no ser el responsable de la temporada 2019-2020 al ser esta posiblemente la campaña más complicada que vivirá la liga? Es probable y será otra interrogante que quedará en el aire.

En la historia de la pelota criolla solo tres temporadas han sido suspendidas tras haber iniciado: la primera en 1952, la segunda en 1974, ambas por inconvenientes entre jugadores y dueños de franquicias; y en el año 2002 por el paro nacional consecuencia de la situación social, económica y cultural que desde aquel año afectaba al país y cuyas características ponen hoy nuevamente en jaque el desarrollo de la temporada.

TALENTO CON CALIDAD DE EXPORTACIÓN
Venezuela es uno de los países que más talento ofreció y ofrece en la actualidad al denominado mejor béisbol del mundo, enmarcado lógicamente en la Major League Baseball (MLB) y sus 30 franquicias, divididas en 15 de la Liga Nacional y 15 de la Liga Americana. Desde aquel 23 de abril de 1939 cuando Alejandro “patón” Carrasquel abrió las puertas de la gran carpa para los más de 400 peloteros que han visto acción en Las Mayores, estableciendo además registros y records importantes en cada temporada.

Hasta hace algunos años Venezuela formaba y potenciaba a un sinfín de jóvenes peloteros que hoy son figuras claves en la MLB y que si bien contaban con sus propios dotes de calidad, el apoyo de la empresa privada representaba un plus en el desarrollo y crecimiento tanto de ellos como de la escuelas formadoras de talento; incluso era la empresa privada la dueña principal del patrocinio en las temporadas venezolanas de béisbol.

Hoy en día no es Venezuela la cuna de formación de muchos peloteros, el talento es nuestro, el desarrollo de ese talento lamentablemente no. Son hoy en día República Dominicana, Puerto Rico e incluso México los que están en la palestra de la formación deportiva de los jóvenes que por una razón u otra se ven en la obligación de abandonar el país con un objetivo claro: perseguir su sueño que se verá plenamente cumplido al vestir algún uniforme de la MLB.

POLITICA VS. DEPORTE
No es un secreto que la temporada 2019-2020 de la LVBP se realizará entre altos y bajos y todo apunta a que serán más bajos que altos, aunque pese decirlo. Desde el arranque de las reuniones entre los dueños y presidentes de los 8 equipos pertenecientes a la liga todo se tornaba bastante tenso debido a la situación que amenazaba con el inicio de la temporada. Varias medidas fueron tomadas, entre las que destacan la reducción significativa en el calendario del campeonato que de 63 juegos pasó a 42 por novena, menos encuentros y menos béisbol para los seguidores de este deporte; pero más allá de esto hay que mencionar que son menos oportunidades para los ciudadanos venezolanos que ven en el calendario de la temporada la posibilidad de obtener ingresos económicos y es que cada campeonato genera más de 500 empleos directos e indirectos que aunado a todo lo que sucede en el país se verán aún más mermados.

La LVBP estableció tras estos encuentros que la temporada arrancaría el 5 de noviembre, era la opción que estaba sobre la mesa y que nunca dejó de estar. El ministro para la Juventud y el Deporte, Pedro Infante, aseguró en rueda de prensa que “no sabían con quién se habían reunido los miembros de la Liga Venezolana de Béisbol Profesional para tomar dicha medida” y tras dos extensas reuniones entre Mindeporte y LVBP se llegó al acuerdo de que el béisbol iniciaría el 18 de octubre, mes acostumbrado para el arranque de la zafra. Días después de este anuncio -como si fuera poco- el gobierno estadounidense ordenaba a la MLB prohibir la participación tanto de peloteros venezolanos como de importados adscritos a las ligas menores y mayores de la MLB, esta medida se tomó como complemento de una serie de acciones económicas, llevadas a cabo por Donald Trump en contra del gobierno de Nicolás Maduro y principalmente de Pdvsa que funge como patrocinante mayoritario de la venidera campaña.

Tras dichos anuncios, el vicepresidente del PSUV Diosdado Cabello Rondón aseguraba en un evento presidencial que “en Venezuela habrá béisbol como sea” haciendo referencia a que el campeonato jugado en esta oportunidad en honor a “Vitico” Davalillo, deberá jugarse con peloteros adscritos a la Liga Bolivariana de Béisbol y Ligas Independientes que si bien tienen un nivel importante dentro de la disciplina en el país, no deja de ser preocupante la ausencia de grandes peloteros que hoy brillan en la temporada de Las Mayores y es que ¿quién no quisiera ver en los diamantes de Venezuela a peloteros de la talla de Miguel Cabrera, José Altuve, Ronald Acuña Jr. o Eugenio Suárez?, solo por nombrar a algunos que destacan. La ausencia de ellos y de varios más insta a pensar en el nivel tanto de competencia como de calidad que puede tener la temporada 2019-2020 de la LVBP.

Finalmente el máximo ente rector de la pelota criolla cuenta con un nuevo presidente; un hombre ligado al deporte que asumió la responsabilidad -previo consenso de los 8 equipos- de llevar la dirigencia de la LVBP. Se trata de Giuseppe Palmizano, presidente del consejo directivo de los Navegantes del Magallanes y también de Trotamundos de Carabobo. El reto es muy obvio: tendrá su primer trimestre como dirigente envuelto en una temporada que seguramente dará mucho de qué hablar y que como se había asegurado empezará el 5 de noviembre de 2019.

Con interrogantes o no, el venezolano tendrá la oportunidad de ver una nueva campaña de béisbol. De ver, que no es igual que disfrutar, pues resulta claro que las condiciones no están del todo dadas para que el fanático viva al 100 por ciento una temporada y surge una nueva pregunta: ¿qué lo impide? La respuesta no es más que la inseguridad y la falta de poder adquisitivo del venezolano que le impide comprar entradas, consumir en los estadios alimentos o bebidas y por si fuera poco tener que decidir entre hacer estos gastos o comprar comida y pagar servicios básicos, médicos o de educación.

En noviembre se escuchará la voz de ¡Play Ball!, falta ver si en los estadios se escuchará y se sentirá el apoyo de los fanáticos a sus respectivos equipos.