Por Rafael Simón Jiménez: El golpe militar del 24 de noviembre de 1948 contra el gobierno legítimo y constitucional de Rómulo Gallegos, ha sido el más anunciado e incruento de toda nuestra historia
Cómo cayó Gallegos
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El golpe militar del 24 de noviembre de 1948 contra el gobierno legítimo y constitucional de Rómulo Gallegos, ha sido el más anunciado e incruento de toda nuestra historia. Las tensiones, las desavenencias y rupturas entre Acción Democrática -partido gobernante- y la estructura castrense que le había facilitado el acceso al poder tres años antes, han inminente el desenlace. Sin embargo, la fase final de la crisis que deberían culminar con el pronunciamiento del Alto Mando Militar, deponiendo al presidente, comienza el 19 de noviembre de 1948 cuando los máximos mandos uniformados, encabezados por el ministro de la Defensa y el hombre de la mayor confianza del jefe del Estado Teniente Coronel Carlos Delgado Chalbaud y el jefe del Estado Alcalde Comandante Marcos Pérez Jiménez, imponen al presidente un pliego de peticiones, verdadero ultimátum,

A partir de ese día, el conflicto se filtrará a la opinión pública y el desenlace se hará próximo, pese al desmentido de los voceros oficiales encabezados por el ministro Secretario de la Presidencia Gonzalo Barrios, que tratará de dar apariencia de normalidad y reiterar con marcado nerviosismo que "no está en juego la estabilidad del gobierno". En el ojo del huracán esta Rómulo Betancourt, líder del partido gobernante, expresidente de la Junta Revolucionaria de Gobierno, que precede al gobierno de Rómulo Gallegos y quienes son sus viejos socios militares ahora repudian y exigen su salida del país.

Sin embargo, el fundador de AD, inteligente, estratega y pragmático, busca un contrapelo de la dogmática y principista posición del jefe del Ejecutivo que se niega en toda negociación con los jefes militares, establecer contactos con estos y hacer concesiones para salvar el gobierno. A medida que corren los días y las diferencias se hacen insalvables, los dirigentes del partido gobernante comienzan a tomar previsiones, ante la inminencia del golpe militar, ya se mueven con sigilo y cautela buscando "conchas" para sus reuniones e incluso para preservar su seguridad personal .

Jorge Dager, para entonces Secretario Juvenil de AD y luego corajudo luchador en la resistencia, nos trae en su libro Testigo De Excepción, una semblanza de la última reunión que el 23 de noviembre de 1948 - un día antes del pronunciamiento militar- realiza el CEN del aún partido gobernante, señalando: “Transcurría la noche del 23 de noviembre de 1948. La escena tenía lugar en la casa de la familia Mazzari, a la cual habíamos sido convocados los miembros del CEN de Acción Democrática para una reunión secreta. En esos momentos ninguno de nosotros sospechaba que se estaba realizando la primera reunión clandestina del partido ... "

La reunión secreta del máximo organismo del partido de gobierno se realiza para escuchar el informe de Betancourt, que estaba reunido con los jefes militares, tratando de negociar una salida a la crisis. El líder de AD es conducido por el propio Dager hasta el lugar de la reunión clandestina, donde se informa a sus compañeros de dirección sobre las últimas conversaciones con los altos jefes castrenses: “No es mucho lo que tengo que informarles, y además, son ya las dos de la madrugada; lo más importante que tengo que decirles es que los militares han desarrollado un parlamento y en ese terreno las batallas siempre las ganamos los políticos ... ".

Rómulo Betancourt, según la versión recogida por Dager, sintetiza para sus compañeros de partido, los temas que han logrado un tratamiento en los conciliábulos con los uniformados: “… Están proponiendo la salida de varios compañeros del gabinete, principalmente la del“ Montilla chino ” , a quien quieran reemplazar con Julio de Armas. Y el propio Pérez Jiménez, propone que él y yo abandonemos a Venezuela voluntariamente ”. "De todos modos - recalcó Betancourt - ya hoy no pasara nada y todos ustedes pueden irse a dormir tranquilos a sus casas". "¿A dormir tranquilamente?", Frecuentemente maliciosamente Domingo Alberto Rangel. “Tratándose de ti no creo que eso sea posible, Domingo”, respondió Rómulo sin que el grueso carey negro de sus lentes lograra disimular la quemante mirada, portadora de su verdadera respuesta al líder merideño.

A pesar de los tranquilizantes informes del máximo líder de AD a sus compañeros de dirección partidista, al amanecer del 24 de noviembre de 1948, el Alto Mando Militar asumió el control del país, anunciando el derrocamiento de Rómulo Gallegos. Betancourt y Domingo Alberto Rangel salieron al exilio y luego solicitaron asilo en la embajada de Colombia y abrieron para Venezuela una etapa de terrible dictadura militar que duraría una década.