Desde hace tiempo, hemos demostrado una fuerza que nos identifica como “súper mujeres o wonder women”
Mujeres con las botas puestas
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Equidad de Género

En un mundo con tanta evolución y retos para hacer mejor las cosas, muchas mujeres -de distintas edades y nacionalidades- están dando bastante de qué hablar. Ellas han generado un impacto positivo (y distinto) en el quehacer dentro de las empresas y organizaciones.

Hoy, por experiencia propia, puedo afirmar que en diferentes encuentros y reuniones, nuestros comentarios siempre llevan consigo el reconocimiento. Honramos las acciones que hacemos cada día.

Desde hace tiempo, hemos demostrado una fuerza que nos identifica como “súper mujeres o wonder women”, con la que alcanzamos lo que nos proponemos. Con frecuencia escucho a muchas mujeres etiquetarse con estos términos, que son un tanto trillados. Pienso que ya alcanzamos ese espacio. Somos las representantes de grandes organizaciones, marcas o emprendimientos.

Estamos a la vanguardia en el conocimiento de distintos temas que en alguna oportunidad pudieron ser exclusivos del gremio masculino. En los últimos años, con o sin miedo, hemos generado nuevas experiencias para lanzarnos a lo desconocido y demostrar grandes capacidades. Sin embargo, en esta era de conciencia colectiva, también entendemos que solo lo material no es suficiente.

Nosotras queremos ese dato o milla extra que nos permitirá alcanzar la felicidad en distintos espacios, seguir siendo reconocidas por lo que nos apasiona.

En los últimos cinco años he observado que estamos en un período de reflexión. Somos más conscientes de las acciones y decisiones que tomamos a diario. De nuestro poder y bienestar que, a su vez, se traduce en el bienestar del otro. Las tendencias, creencias y objetivos se han rediseñado. Sucede que, con tanta evolución, las estrategias de ayer no necesariamente serán las que usaremos mañana. El avance debe formar parte de nuestra propia rutina.

Desde mi rol como CEO de Unik Hoteles y Máster Coach Ontológico, he podido advertir que lo humano nos hace cada vez más cercanos al cliente. Demostrar que tenemos grandes capacidades de resolución de metas no lo es todo. Los clientes y los venezolanos en general buscan una contención de parte de los líderes, una conexión con ellos. Y que esto sea expansivo, para pasar de un punto a otro. Lograr el avance del ser, para así cambiar el hacer dentro de las organizaciones.

Hablando de organizaciones, la mía se caracteriza por estar liderada por una interesante cantidad de generación milenial y de mujeres. La generación a la que represento con orgullo, que lleva consigo aires de cambiar los sistemas. De llevar a cabo el hacer cotidiano bien, de una forma diferente, demostrando pasión por el servicio.

En Unik Hoteles también nos alimentamos de las generaciones anteriores. De quienes han estado antes que nosotros para tener un modelo que representa la excelencia. La experiencia también forma parte del éxito que entre todos, como equipo, podemos alcanzar.



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Las creencias

Una de las creencias que he encontrado es que en la hotelería convencional, mientras más rígidos éramos, más alcanzábamos nuestras metas y objetivos. En consecuencia,mejor nos percibían nuestros clientes. Este tipo de hotelería era un gremio dominado por el sexo masculino. En este 2019, en particular, esta idea se ha transformado.

Las mujeres y lideresas estamos convencidas de que podemos ser las mejores damas dentro de este gremio. Prestamos unos de los mejores servicios de hotelería y restauración.

Desde mi propia reflexión y creencia actual, sostengo que la elegancia y las normativas también pueden llevarse con una actitud adecuada de felicidad constante. Con respeto, frescura y cercanía al cliente. Porque cuando un cliente nos busca como su espacio para descanso o disfrute, en el fondo lo que quiere es ser bien recibido. Sentirse seguro, cómodo y, sobre todas las cosas, ¡ser un cliente feliz!

Mi regalo particular es ponernos las botas que hoy decidamos nos queden mejor. Con ellas ejercer los roles que hemos decidido tomar, que nos representan como un referente en la sociedad de Venezuela y el mundo.

Hagamos que nuestras acciones estén sin tantos aires de egos. Seamos más consecuentes con nuestra felicidad, la de nuestro equipo y transmitámosla a nuestros clientes. Recordemos que todo radica en el lente con el que mires tu alrededor.

A las líderes y emprendedoras venezolanas las invito a llenarse de una actitud positiva y de ambición que les sume a diario. Cada situación que se nos presenta es del tamaño que posiblemente podremos afrontar. En donde las peticiones, ofertas, reclamos y consejos forman parte del proceso.

Demostremos que la sutileza de la seda y la fortaleza del hierro pueden estar en una misma mujer. Que somos seres que fluyen con valentía frente a cada adversidad. Generamos historias que nuestra gente puede contar desde el orgullo, el valor y el amor.

Mis respetos a todos mis colegas y amigos hoteleros, de quienes siempre recibo tanto respeto, consentimiento y cariño. Por valorarme al representar parte del gremio femenino con estilo y vanguardia. De ellos también recolecto experiencias enriquecedoras, que me hacen ser mejor en cada uno de mis roles.

Creo que cada mujer,con sus luces y sombras, puede ser extraordinaria. Ser tan humana y empoderada, como ya lo es.

Somos lo que decidimos ser.